La viuda del arteixán prendió la llama en una noche mágica que dio paso al concierto de Celtas Cortos
24 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Fue emocionante ver a Carmiña, la viuda de Arsenio Iglesias, frente a la falla de San Xoán rodeada de sus hijos y nietos. Prendió ella la mecha que llegó hasta la figura en cartón que homenajea a la persona con la que compartió toda su vida. «Es algo tan emocionante que es difícil expresar con palabras. Es otra muestra del gran cariño que dejó nuestro padre y abuelo en esta ciudad», dijo Antonio Iglesias, hijo del Zorro de Arteixo.
Las lágrimas de los que allí estaban secaron el fuego. Estaba la alcaldesa, Inés Rey, que no se separó un instante de Carmiña. También una representación de la Federación de Peñas del Deportivo.
Diez minutos antes de la quema, las 150.000 personas que estaban en las playas y el paseo, según el Ayuntamiento, disfrutaron de los fuegos artificiales lanzados desde las Esclavas. Una vez terminaron, los presentes dieron su aprobación con un abrumador grito en señal de alegría. Y ahí fue cuando el fuego se comió la falla. Y siguió la fiesta. En la arena, en las calles y en la explanada del pabellón de los deportes, con el concierto de los Celtas Cortos. Que también llenó. Porque fueron muchos los que dejaron la playa por la música en directo. Antes de todo eso, está cantado que en San Xoán no hay reloj. Siempre pasa igual. Algunos encienden la hoguera a las nueve de la noche y cuando se prende la falla ya se puede caminar descalzo por las brasas. Los primeros en reservar la parcela en Riazor fueron Arsenio Iglesias, Lucas Pérez, Pablo Picasso, Inés Rey y una bruja. Todo subidos en un barco que navegó en una tormenta de fuego como símbolo de la noche más corta del año y en homenaje a los protagonistas del 2023.