Al frente de Jamón Jamón, su proyecto fue creciendo y en 17 meses cuenta con una plantilla de siete empleados
23 jul 2023 . Actualizado a las 19:45 h.Lo reconoce. «Siempre fui muy lanzada y me llevé muchos palos. Soy soñadora de más y me decían que tenía que tener los pies en el suelo», confiesa. El 22 del 2 del 2022 abrió un bar en Canide, Mera, sin seguir los consejos de nadie. «El día 22 nació mi hija y sabía que ese número me iba a traer buena suerte», asegura Eva Lorena Cano Lourido. Un año y medio después, este local que existe desde hace años, pero nunca tuvo demasiado éxito, se ha convertido en un punto de encuentro de centenares de personas. Y eso que todo el mundo le decía que estaba loca. «Constantemente. Que cómo se me ocurría coger un local que jamás había triunfado a pesar de varios intentos. Que estaba loca por montar un negocio de hostelería después de la pandemia. Que no estaba bien de la cabeza por apostar por la cerveza vasca 18/70 en lugar de Estrella Galicia. O que estaba loca por incorporar platos de otros países en el menú del día. Ahora los obreros que trabajan en la urbanización de Canide toman causa limeña o eligen entre burritos o guiso de choupa. Y me llamaban loca por poner el café a 1,40. Pero es muy bueno y lo acompañamos de bizcocho casero», relata esta coruñesa de 32 años y una hija que cumple 8 en septiembre. A Eva Cano le llamaban loca, pero ya cuenta con siete empleados y necesitaría alguno más.
Sin lavavajillas
Le gustan las manualidades y la decoración. Casi todo en el local es obra de ella, incluso algunos de los cuadros. «Fui encontrando cosas tiradas al lado de contenedores y compré otros a través de Wallapop. Aposté por una big table (gran mesa) central y ahora hay vecinos que antes no se hablaban y ahora se juntan aquí. Cuando abrí el bar me quedaban cien euros en la cuenta corriente. No me dio para comprar lavaplatos y toda la vajilla y cubiertos de los primeros menús del día los estuvimos lavando a mano un tiempo», reconoce. Dice que no es suerte, que hay que conocer el mundo de la hostelería. Yo con 16 años ya trabajaba en la cafetería Hollywood de Cuatro Caminos. Después pasé por un servicio de limpieza y monté un tema de menús semanales saludables. Llegué a tener 40 clientes y hacía el reparto dos días a la semana. Solo duró tres meses porque Antonio (el anterior propietario) me dijo que lo dejaba. Yo le vi posibilidades porque por aquí no hay nada y está enfrente al colegio y al polideportivo. Hice el curso de barista e intento cuidar los detalles, hasta el plato donde llevamos la cuenta», recuerda.
Penélope Cruz y Bardem
La imagen de Penélope está a la entrada del baño de mujeres y la de Javier Bardem en la puerta del servicio de hombres. «Le puse al bar el nombre de Jamón Jamón porque la idea es tener siempre embutidos, pero también por la película, así que ellos no podían faltar», explica. Inicialmente iba a ser un obrador, pero el proyecto fue creciendo. Son punto de venta de la panadería de Lorbé y los fines de semana sirven callos, entre otras especialidades. «Tengo un equipo muy internacional y somos como una familia. Por ejemplo, Rosamari fue mi niñera cuando yo era pequeña. Marcos, mi hermano, está en la cocina, y el hijo de Rosamari, en la panadería. Hay una brasileña ayudante de cocina que prepara unas coxinhas de pollo que tienen mucho éxito. La repostera es venezolana. Tenemos raxo y salmorejo de remolacha. Mi hobby es ver vídeos de cocina de otros países», confiesa esta nieta de gallegos que emigraron a Venezuela, donde nacieron sus padres. Reconoce como gran defecto, la impuntualidad. «Siempre llego tarde aunque esté preparada dos horas antes». A la hora de comer se decanta por el pescado crudo. Así es Eva, la emprendedora que triunfa en Mera a pesar de que todo el mundo le decía que estaba loca. «Me gustaría montar otro negocio enfocado al ocio nocturno», avanza. Es capaz.