Vuelve a A Coruña la Liga Maker Drone, 180 chavales construyendo drones contra las velutinas
A CORUÑA













La Fundación Barrié y el Instituto Tecnológico de Galicia impulsan el programa educativo, único en España
28 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Son cuatro niñas y tres niños, tienen 13 años, terminaron 1.º de ESO con las mejores notas del colegio —el Santa María (Maristas) de Ourense— y, junto con otros 17 equipos de otros tantos centros educativos gallegos, desde ayer participan en la Liga Maker Drone impulsada por la Fundación Barrié y el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG). Las cuatro chavalas y dos de los chavales quieren estudiar medicina. El séptimo se inclina por biología con informática. «Estamos aquí precisamente para romper ese patrón y despertar vocaciones científico-tecnológicas», explica Xan, el profesor de Tecnología que los acompañó en la excursión al Galaxy, el laboratorio avanzado de drones que el ITG ha construido en la Cidade das TIC donde se presentó la tercera edición del programa.
La liga, única en España, encierra una misión social. La tecnología no es neutra: siempre está al servicio de algo. El primer año fue la lucha contra el fuego. El segundo, la limpieza de los océanos. El tercero será el combate contra las velutinas. Un robot con aspecto de perro flaco llamado Lola entregó a la directora de la Fundación Barrié, Carmen Arias, el sobre que guardaba el secreto de la misión 2023-24.
Los 180 adolescentes llamados a resolver el problema tienen por delante casi siete meses, hasta el 16 de mayo, para desarrollar un sistema con drones capaz de neutralizar nidos de velutinas (ficticios) a través de un pequeñísimo orificio practicado en la colmena por el que deberán introducir una cápsula de insecticida. Dispondrán de 100 euros y dos kits dron, además de soporte técnico, varias sesiones de formación y, si lo necesitasen, apoyo de la Policía Local de A Coruña, cuyo intendente, José Manuel Rico, les advirtió los límites legales del empleo de vehículos no tripulados y las consecuencias del mal uso.
«Seréis ingenieros, como nosotros, tendréis que resolver un problema con un presupuesto limitado», les encargó Jorge Seoane, responsable de I+D de la división de drones del ITG. Con los inventos que sean capaces de construir, los muchachos tendrán que competir en las rondas eliminatorias y en la gran final. Ganará el equipo que más nidos neutralice en el tiempo marcado. Y el jurado fallará a la vez el mejor diseño en función de factores como el peso o el coste; la solución más disruptiva, según la innovación que ofrezca, la destreza en el pilotaje y la mejor expresión oral, claridad y creatividad en la presentación del artilugio ante las 2.500 personas que se reunirán en el Coliseum en la jornada de exhibición.
Búsqueda de desaparecidos
En la primera toma de contacto la chavalada conoció el DroneFinder, un sistema de búsqueda y localización de desaparecidos capaz de detectar a una persona en una imagen en 0,2 segundos, a bordo de una sofisticada furgoneta reclamada por diferentes cuerpos de seguridad (ambos desarrollados por el ITG). El tiempo se consumió en cinco talleres de robótica, programación, circuitos electrónicos (había que desactivar explosivos), realidad virtual (éxito absoluto) y pilotaje de drones. El fin de la liga es estimular la autonomía de los chicos, sensibilizarlos sobre la importancia de la tecnología en la vida diaria, mostrarles aplicaciones de forma divertida y sencilla, orientarlos profesionalmente y fortalecer la educación científico-técnica de la sociedad. El primer día lo cogieron al vuelo, pocos lo harían mejor.