Después de 45 años detrás de una barra, Manuel Viqueira se jubiló ayer por la mañana y recibió el cariño y una placa de los clientes. En su último día recordó las madrugadas de los títulos del Dépor y la detención de una etarra
12 nov 2023 . Actualizado a las 14:49 h.A las 10 de la mañana colgó la chaquetilla para siempre. «Tengo 63 años y llevo detrás de un mostrador desde los 17. Ya iba siendo hora», comenta en Radio Voz Manuel Viqueira Calviño justo después de servir el último café de su carrera. Las últimas horas fueron muy intensas y emotivas en el Café Bar Delicias, un templo hostelero de A Coruña. Cafeterías hay muchas, pero esta tiene una solera que la hace diferente.
Los taxistas que suelen prestar servicio en la parada que está al lado, los clientes habituales, todos quisieron tener un detalle con Manolo. Le llevaron una tarta sorpresa y le entregaron una placa como recuerdo. Al veterano camarero se le amontonan los recuerdos y las sensaciones. «Reconozco que me sorprendieron y estoy muy agradecido. Me ha pasado de todo, bueno y malo. Lo mejor, las noches de la Copa del Rey o la Liga del Deportivo. El peor momento, la detención de aquella etarra una madrugada. Yo estaba presente», rememora.
Su turno de 10 de la noche a 10 de la mañana lo obligó a llevar una vida al revés. «Me acuesto sobre las doce y me levanto a las ocho de la tarde», apunta. Habla en presente, pero ese horario ya es pasado. «Es verdad, antes apagaba el móvil de día y a partir de ahora de noche». Llevaba hasta su jubilación, ayer, 25 años detrás de la barra del Delicias de Cuatro Caminos. Antes hizo lo propio en el Lumar y antes en el ultramarinos El Riojano. Ahí lo tienen, unos minutos después de haber servido el último café y con la placa que le regalaron los clientes y amigos. Ahora podrá disfrutar y cuidar a la familia.