Continúa la apuesta por el peatón en A Coruña, la ciudad que se camina: «Se a mobilidade está ben estudada, non ten por que crear conflitos»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

peaton.De la calle Compostela a los Cantones. Xosé Vázquez Mosquera y Carmen Calatayud dirigen el estudio de Betanzos que ideó estas transformaciones
De la calle Compostela a los Cantones. Xosé Vázquez Mosquera y Carmen Calatayud dirigen el estudio de Betanzos que ideó estas transformaciones MARCOS MÍGUEZ

Los planes de humanización y accesibilidad suman 26 millones en los presupuestos, donde las peatonalizaciones de Sagrada Familia o los Cantones son las estrellas

26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los casos más populares son de sobra conocidos. Desde Vitoria a la vecina Pontevedra se han erigido como modelos de lo que debe ser la transición de las cuatro ruedas a los paseos a pie. Las directrices europeas para reducir las emisiones caminan en este sentido. Una apuesta tan aplaudida como cuestionada entre los que temen las repercusiones económicas de poner frenos al invento de Henry Ford.

Las peatonalizaciones se han convertido en una de las señas del gobierno local desde la llegada a María Pita de Inés Rey. Unas actuaciones posibles en gran medida gracias al sostén financiero de los fondos Next Generation.

Desde el 2019, el total de las calles reurbanizadas alcanza la treintena, lo que se traduce en 57 kilómetros cuadrados de obras de mejora peatonal. Eso sí, en la mayoría de los casos fueron peatonalizaciones parciales, con ampliación de aceras pero sin prohibir totalmente el tráfico rodado. Una senda que continúa con la urbanización de la calle Puente, iniciada esta semana, y que en breve sumará otras dos actuaciones: la de Pla y Cancela y, una de las más importantes, la creación del bulevar de San Andrés.

Los Cantones, en el 2024

Las partidas reservadas en el acuerdo de los presupuestos para el 2024 suscrito el viernes entre el PSdeG y el BNG, y que ayer fue aprobado en la junta de gobierno local extraordinaria, rubrican esta propuesta de ciudad con 26 millones para humanizaciones y accesibilidad en los barrios, cinco de estos millones solo para redactar los proyectos en un plan donde también se incluyen los equipamientos.

El proyecto de más envergadura, por sus dimensiones y ubicación, es el de los Cantones, para el que se han reservado más de 7,6 millones de euros. Le sigue la peatonalización de la calle Sagrada Familia, con una partida de 1,3 millones. La naturalización del paseo marítimo, con 3,3 millones, es otro de los ejes de esta política que busca combinar estética y sostenibilidad. «Nos Cantóns estamos na definición final do proxecto, que quedará pechado no primeiro trimestre do próximo ano. Será entón cando se remita á Dirección Xeral de Patrimonio da Xunta. Cando teñamos a súa resposta poderemos licitalo», promete el primer teniente de la alcaldesa y edil de Economía, José Manuel Lage Tuñas.

La UTE entre Vázquez Calatayud Arquitectos y Eptisa se encarga de la redacción de la propuesta. La idea es ganar más espacio para los peatones y estirar desde la plaza de Mina a Porta Real el modelo aplicado en la Marina, de forma que el tráfico quede restringido al transporte público, bicicletas, residentes, carga y descarga y servicios.

De San Diego al Observatorio

Además de las 30 calles humanizadas, desde María Pita han anunciado reurbanizaciones en otra docena de vías gracias a la segunda convocatoria de los fondos Next Generation. La financiación alcanzada es de 9,1 millones en esta remesa, una media de 37 euros por habitante. Entre las próximas actuaciones de calado está la que se va a realizar en la avenida da Sardiñeira, con uno de los mayores presupuestos, 1,8 millones de euros.

Las iniciativas en estas vías forman parte de un plan global: crear una gran ronda peatonal de 3,5 kilómetros desde San Diego, en Os Castros, hasta el parque del Observatorio, en Agra do Orzán. Un recorrido que aprovecha calles peatonalizadas desde hace años, como A Gaiteira o Ángel Senra, cerrando otras totalmente al tráfico o, simplemente, ampliando espacios para los peatones con el ensanche de las aceras.

La calle Puente, ahora en marcha, Alcalde Marchesi, Puga e Parga, Pardo de Cela, Oidor Gregorio Tovar o Ramón Cabanillas forman parte de esta ronda a la que le quedan 600 metros para quedar completada.

«Os orzamentos antepoñen a humanización e mellora da accesibilidade nos barrios. Gañamos espazo para o cidadán. Creo que é unha aposta valente por unha mobilidade respectuosa. Ao final, trátase de mellorar a calidade urbana en espazos, en moitas ocasións, degradados. Isto non é declararlle a guerra aos vehículos, vai unido á nosa defensa de movernos sen barreiras, por iso tamén hai que regular as terrazas», sostiene el concejal de Planificación Urbana, José Manuel Lage Tuñas.

No olvidar el verde es otra reclamación de residentes y urbanistas, que insisten en la importancia de que estos cambios no redunden solo en más asfalto.

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MARCOS MÍGUEZ

Xosé Vázquez Mosquera y Carmen Calatayud, arquitectos del nuevo centro: «Actuando aquí falo en todos os barrios, os Cantóns son de todos os coruñeses»

«Será la peatonalización más importante, por la superficie que implica y la representatividad de su valor urbano», reconoce la arquitecta Carmen Calatayud. Su estudio, Vázquez Calatayud, resultó elegido para la elaboración del proyecto de humanización de los Cantones. Una intervención que comenzaron por la calle Compostela y para la que hay reservados 7,6 millones de euros en los presupuestos del 2024.

En el 2020, la pandemia anticipó la transición. «El proyecto de los Cantones está muy avanzado», adelanta Calatayud. Es consciente de la relevancia que implicará la transformación del centro. En cierta medida, una vuelta a sus orígenes. «Los jardines de Méndez Núñez eran la sala de estar de la clase media alta a comienzos del XIX, un paseo magnífico. Queremos recuperar ese lugar de convivencia y relación con lo que consideramos debe tener un espacio público. Había que ponerle una especie de alfombra a este polo comercial que va desde la plaza de Lugo a la calle Real», describe la urbanista.

El proyecto, en fase de redacción y que el Ayuntamiento calcula que esté terminado en el primer trimestre del 2024, culminará la peatonalización hasta la Autoridad Portuaria. «Queremos reconquistar en la medida de lo posible el espacio para el peatón y dotarlo de coherencia favoreciendo el tránsito», continúa. Cumpliendo con la directriz europea de bajas emisiones, el tráfico rodado se va a controlar a partir de la plaza de Mina a taxis, autobuses, bicicletas y accesos a garajes y residentes.

El gobierno local redujo ya en el 2021 los carriles a uno por cada sentido —había cinco en total— y separó con una mediana la calzada del carril bici. «Es un proyecto complejo. Queremos eliminar la salida del garaje en el Cantón, junto al Obelisco, y trasladar la parada de los autobuses de Entrexardíns a la calle Manuel Casás, la que separa Correos del Teatro Colón. Así, el paseo donde está el Kiosco Alfonso se amalgama con los jardines», detalla.

El objetivo es reconectar a través de un corredor verde Méndez Núñez con los Cantones, separados por los carriles de tráfico. «Hay infinidad de ejemplos, y ya muy antiguos, desde Vitoria a Pontevedra», cita la arquitecta.

Su compañero de estudio y profesor de la Universidade da Coruña (UDC), Xosé Vázquez Mosquera, destaca que hay que tener visión de futuro. «A rúa Compostela convertérase case nun aparcadoiro en dobre fila. Hoxe dá a impresión de que é unha sala de estar. Creo que o resultado é sorprendente en positivo. Pensamos esta rúa, co seu mobiliario e as árbores, como un espazo de conversación», define.

Desde que el Ford T conquistó las calles, el peatón quedó durante décadas en un segundo plano. «Houbo un momento no que o coche case entra no cuarto de baño», ironiza el arquitecto. «Peatonalizar non é retirar coches, é facer un estudo da mobilidade e facelo onde é oportuno. Se a proxectamos para coches, claro que hai coches, pero A Coruña é unha cidade que se pasea», defiende.

Sobre si estas acciones deben extenderse a todos los barrios, opina: «Hai que estudar os casos, pero, así como a praza maior é de toda Salamanca, os Cantóns son de todos os coruñeses. Actuando aquí actúas en todos os barrios».

Para contrarrestar la supresión de aparcamientos, recuerda el papel del transporte público. «Fun recentemente a Bilbao e quedei abraiado co tren de cercanías. Aquí é impensable que alguén colla o tren a Betanzos, cando temos as vías», desliza. «Os radicalismos son malos. Se a mobilidade está ben estudada, non ten por que crear conflitos», concluye Vázquez Mosquera.

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Marcos Miguez

La cara B: «Hace diez años, el 25 % de los clientes eran de Lugo»

Ríos de gente transitan por la calle Compostela y los Cantones en horas punta. No cabe duda: las humanizaciones atraen al peatón y embellecen su entorno. Otra cuestión es cómo el cartel de prohibido para los coches influye en la actividad económica y en el día a día de los que allí habitan.

«Toda peatonalización tiene sus ventajas e inconvenientes. La calle Compostela está mucho más bonita, pero el acceso al Ensanche de los que no viven en la ciudad o en los alrededores de A Coruña se ha complicado. La prueba la tenemos en las bases de datos de nuestros asociados», dice Rolando de Jesús Rodríguez, de la asociación Distrito Picasso.

«Venían de Ferrol, de Carballo y de la propia comarca. Ahora prefieren ir al centro comercial, donde por encima aparcan gratis. Este era un sitio al que acudían por el atractivo que ejercían ciertas tiendas. Hoy nos sigue salvando el tirón de estas insignias que continúan aquí, pero hemos perdido compradores. Hace diez años el 25 % de nuestros clientes eran de Lugo. Las tiendas del centro no viven solo de los vecinos del centro», subraya el secretario de la asociación de comerciantes del Ensanche.

Una de las alternativas propuestas por el colectivo fue la de abrir espacios de la «gran explanada que hay infrautilizada en el puerto, pero no hemos tenido respuesta», comenta Rolando Rodríguez.

Los residentes comparten quebradero de cabeza, aunque no todas las soluciones planteadas. «La calle Compostela ha mejorado y se ve más movimiento de gente. Aunque sí que notamos un fallo en la disposición del mobiliario urbano, la parte negativa son los accesos. Los residentes tienen una edad media elevada y los coches se han limitado, complicando el trabajo de los repartidores, por ejemplo», valora Alfredo Camarero, de la Asociación de Vecinos Juan Flórez Ensanche.

Con todo, él no optaría por recurrir a los muelles. «Pueden ser una alternativa, pero temporal. Sería un crimen destinar ese espacio que se va a urbanizar en una gran explanada en superficie para coches», opina Camarero.

El caso de la calle Real

Con la anunciada extensión de la peatonalización a los Cantones, los comerciantes del entorno del Obelisco temen que se puedan repetir en la calle Real, antes epicentro de las compras, casos como los de San Andrés, a la que le sigue costando remontar desde hace años.

«Claro que va a quedar más bonito, ya lo vemos hoy en la calle Compostela. Todo esto será como un centro comercial abierto, pero nos preocupa que podamos perder clientes, como nos ha pasado desde que peatonalizaron la rúa Nova. Tiene su aquel para los que no son de aquí llegar a la calle Real. Antes podías acceder por esta vía y dejar el coche en el aparcamiento subterráneo. Desde entonces, esto no es posible», apunta Isabel Porto, responsable de una tienda y presidenta de la asociación de comerciantes de la Zonta Obelisco.

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Las próximas actuaciones: así será el bulevar San Andrés

Con permiso de la reforma de los Cantones, la creación del prometido bulevar con el que el ejecutivo local asegura que San Andrés retomará el pulso perdido se prevé para comienzos del próximo año.

La reurbanización consistirá en la creación de una plataforma única, lo que dejará a un mismo nivel los dos carriles de circulación para el tráfico rodado, uno por sentido, que el espacio reservado para los peatones. Unas aceras con un ancho mínimo de dos metros que estarán separadas por un cinturón verde, con arbolado y vegetación, de la carretera en sí.

Se instalará mobiliario urbano, habrá aparcamiento para bicicletas, paradas para los autobuses urbanos y los taxis, los contenedores para la basura estarán subterráneos y, eso sí, se suprimirán las plazas de aparcamiento para los turismos.

«Queremos recuperar esta rúa como a vía comercial de peso que foi no seu día», defiende José Manuel Lage. Este último punto es el que más críticas generó, no solo entre vecinos, también entre comerciantes. Con todo en marcha para las obras, queda por ver si la apuesta por suprimir las plazas para los coches es el cambio que la calle necesitaba para relanzarse.