Javier Trigales, Coordinador del ciclo «As mellores películas da historia»: «Ir a un teatro histórico a ver una película es algo que no tiene precio»

Ir al cine no es lo mismo de antes. Lo que era un acontecimiento que implicaba cierta solemnidad y elegancia que tenía lugar en los grandes teatros del centro de la ciudad se ha convertido en una excusa para merendar mientras ponen de fondo una peli. Para todos aquellos que echan de menos aquella experiencia litúrgica se presenta esta semana un ciclo que propone una película, un jueves al mes, hasta verano. Pero no una película cualquiera, sino un puñado de las que integran la lista de mejores películas de la historia, en proyección de verdad, en celuloide, nada de formato digital, y en versión original subtitulada. Y con un invitado especial para cada una que protagonizará un coloquio con el público presente. Y todo esto en el Teatro Colón, el que en su momento fue el cine por excelencia de la ciudad. La primera cita, este jueves (19.30 horas, 5 euros) con El apartamento de Billy Wilder. Detrás de esto está el guionista y programador Javier Trigales (A Coruña, 1975).

—El título del ciclo, «As mellores películas da historia» suena un poco soberbio...

—No se trata de una decisión que haya tomado yo por mi cuenta ni mucho menos. La lista sale de una encuesta que realiza cada diez años una de las revistas de cine más importantes del mundo, la británica Sight & Sound. Participan cientos de críticos cinematográficos de todo el mundo y, de alguna manera, establece el canon de lo que se considera que son las mejores películas durante esos diez años. Durante mucho tiempo apenas varió, estuvo Ciudadano Kane, de Orson Welles, liderando la lista. Luego le cogió el testigo Vértigo, de Hitchcock, durante unos años y el año pasado hubo un pequeño terremoto al quedar por primera vez en cabeza una película dirigida por una mujer, Jeanne Dielman de Chantal Akerman. Esto hizo que la lista tuviese un impacto mediático especial, y de ahí vino la idea de hacer este ciclo con una pequeña muestra de estas películas.

—Hacer este ciclo en el Colón no es casualidad.

—En absoluto. Lleva ya un tiempo haciendo actividades en torno al cine que están funcionando muy bien, como la Semana do cinema galego, o Colón Noir, un ciclo en el que pusimos películas de cine negro Y además es que el Colón acaba de cumplir 75 años, y había que celebrarlo. Es uno de los grandes cines históricos de la ciudad y nos pareció buena idea recuperarlo como tal. Además, es poco común encontrar en toda España teatros con las características y el tamaño del Colón que conserven un proyector de 35 mm. Es un patrimonio que debemos conservar.

—¿Cómo ha hecho la selección de las películas?

—Todas las películas de la lista son una maravilla, podría elegirse a ciegas el cartel. Pero no hay tanto margen de maniobra como si fuese en digital. Al hablar de celuloide estamos en un mundo en el que a las copias el tiempo les ha hecho mella, muchas están en un estado de fragilidad extremo y claro, las filmotecas y las distribuidoras cada vez son más reacias a prestarlas. Hemos proyectado películas que hemos tenido que empalmar en directo seis veces, porque se iba rompiendo. Pero merece la pena porque es otra cosa. Incluso escuchar el ruido del proyector.

—¿Ha perseguido alguna cinta que no haya podido traer?

—Sí, precisamente Jeanne Dielman, la número uno de la lista. Hablamos con la Fundación de Chantal Akerman, con Sylviane, la hermana de la directora. Pero fue imposible. Nos hablaban de una copia que podía encontrarse en Japón. Una odisea. Pero bueno, conseguimos traer una buena selección. Queríamos que fuese los más ecléctica posible, aunque Estados Unidos manda, claro. Empezamos este jueves con El apartamento, de Billy Wilder; Al final de la escapada, de Godard, en febrero; en marzo llegará inevitablemente Ciudadano Kane; en abril la neozelandesa El piano, de Jane Campion; en mayo Psicosis y en junio la única cinta española de la lista, El espíritu de la colmena, de Víctor Erice.

—Aún quedan unas cuantas en la lista. ¿Habrá segunda parte?

—¡Podemos tirar de la lista durante años! Creo que la respuesta va a ser buena. Además, por mucha plataforma digital que tengamos en casa, el acto de ir a un teatro histórico, en pleno centro, a ver una película es algo inimitable, no tiene precio.

«Echo de menos en la lista más presencia española como Buñuel o Almodóvar»

Por primera vez una película dirigida por una mujer ha sido elegida como la mejor de la historia, algo que no ha estado exento de polémica, como indica Trigales.

—¿Qué le parece la lista?

—Hay quien denuncia que los movimientos sociales han influido demasiado. Pero mira, hay tanto buen cine que puedes dar mil listas con mil opciones y todas ellas serán correctas. No diría que Jeanne Dielman sea la mejor película de la historia, aunque tampoco puedo negártelo, es una auténtica maravilla. Lo que sí echo de menos es alguna película española más. Está Víctor Erice, pero tendría que haber entrado también Buñuel, Almodóvar...

—Para usted, ¿cuál sería la que habría que poner de primera?

—Difícil... Diré 2001, de Kubrick. Porque el cine es también parte de la memoria y la experiencia personal, Y fue con esta película, de niño, cuando me di cuenta de que el cine podía ser mucho más que contar una historia.

—Para presentar la primera película, «El apartamento», contará con la presencia de Elvira Lindo.

—Aparte de su faceta como escritora ahora se ha estrenado como directora, así que es la persona idónea. Además, El apartamento es su película favorita.

—¿Quiénes serán los invitados del resto de coloquios?

—Tenemos cerrados todos menos el de El espíritu de la colmena, que me encantaría que fuera Víctor Erice o Ana Torrent. Por aquí pasarán el cineasta Paulino Viota, estudioso de Godard y la Nouvelle Vague; el director de la Filmoteca de Catalunya Esteve Riambau, una autoridad en Orson Welles; Jaione Camborda, la ganadora de la Concha de Oro por O corno, que vendrá a hablarnos de otra directora, Jane Campion; y un maestro del terror, Paco Plaza, hablará de Psicosis.

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