El futuro de la UDC: captar alumnos, renovar plantilla y elevar la financiación

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Estudiantes de Informática en el campus de la UDC en Elviña
Estudiantes de Informática en el campus de la UDC en Elviña MARCOS MÍGUEZ

El cambio de gobierno en la universidad y la aprobación de la LOSU abren un camino sin precedentes para los próximos años

21 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El 31 de mayo del 2023 Joan Subirats, entonces ministro de Universidades, mantuvo un encuentro en A Coruña con el equipo de Julio Abalde, entonces rector de la Universidade da Coruña (UDC), marcado por la aprobación dos meses antes de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), una norma cargada de expectativas que igual que trajo avances también quedó a medio camino. Subirats no se anduvo por las ramas: «Estamos en un cambio de época, las cosas cambian muy aceleradamente y las universidades, que son una institución secular y centenaria, tienen que ponerse las pilas para adaptarse a la realidad», dijo. Seis meses más tarde, Ricardo Cao, nuevo rector de la UDC, lanzó en su toma de posesión un aviso a navegantes: «A comunidade universitaria ten que ser escoitada máis tamén ten que poñerse mans á obra».

La universidad coruñesa tiene 34 años (Santiago cumplió 528 en septiembre) y, según el exministro, está «especialmente bien situada» gracias a la apuesta «muy fuerte» que ha hecho por la tecnología. El Centro Mixto de Investigación UDC-Navantia, la Cidade das TIC, la Aesia, las nuevas titulaciones en ciencia e ingeniería de datos, inteligencia artificial, nanociencia, computación o bioinformática siguen ese rumbo. Se trata de una de las grandes fortalezas de la UDC, porque la conectan con la época y el entorno social y económico a los que debe servir. Las flaquezas, a las que la LOSU trae oxígeno en algunos casos, llegan de fuera, desde la pérdida de alumnos a la financiación deficiente, y también de dentro, como el envejecimiento de la plantilla que urge revertir. 

Investigación

Alianzas estratégicas. Inditex financia un programa de captación de talento, InTalent, que desde el 2017 atrae a la UDC a investigadores de excelencia y cinco años después de ponerse en marcha había dejado un retorno económico de cinco euros por cada euro invertido. Es una punta de lanza en las relaciones entre la universidad y el tejido productivo, como son las alianzas con Navantia, el clúster TIC o la veintena de empresas que financian cátedras institucionales. Tampoco son novedad aquí los doctorados industriales que la LOSU pretende impulsar para paliar el déficit de transferencia de conocimiento a la sociedad a través de estancias de un año en empresas. El propio Ricardo Cao, premiado por su «sobresaliente contribución y liderazgo» en la coordinación de comité español de expertos de acción matemática contra el covid-19, tendió puentes este martes para trenzar acuerdos en sanidad o servicios sociales, «especialmente en áreas nas que a demanda de profesionais con alta cualificación é moi superior á oferta», apuntó. 

En el 2022 la UDC firmó contratos y convenios con empresas y Administraciones por 5,3 millones de euros (4,4 millones en el 2018) y 234 investigadores (127 hombres y 107 mujeres) se beneficiaron de algún tipo de ayuda o contrato. Para ellos pidió Cao a los gobiernos «unha axeitada planificación plurianual das convocatorias e da súa execución» a fin de desarrollar proyectos y centros de investigación con eficacia. 

Matrícula

Jóvenes y no tan jóvenes. La pérdida de estudiantes en la universidad española parece irrefrenable. Hace 15 años 18.500 alumnos estaban estudiando un grado en la UDC y el último septiembre se contaban 13.700. Galicia tiene la tasa de natalidad más baja de España y, a diferencia de otras autonomías donde la población inmigrante es mayor y en muchos casos más fecunda, tampoco recibe del exterior recambio generacional para mitigar el envejecimiento autóctono. 

El desafío estriba en atraer estudiantes. ¿Cómo? El actual rector abogó en la campaña electoral por promocionar de manera preferente a la UDC en América Latina y en los países lusófonos mientras se refuerza la docencia en inglés, que en la actualidad se sustancia en 10 grados bilingües (arquitectura, ADE, biología, derecho, economía, ingeniería informática, gestión industrial de la moda, relaciones internacionales, química y estudios lingüísticos y literarios en inglés) y tres másteres. Eso, dijo Cao, y garantizar una docencia de calidad, que «é a mellor carta de presentación».

Otra baza y no menor ofrecen las microcredenciales —una de las grandes novedades de la LOSU—, que consisten en cursos de corta duración, muy especializados y con certificación universitaria, concebidos para cubrir necesidades de formación de trabajadores, sea cual sea su nivel académico. Esta nueva modalidad, vinculada originalmente a la demanda de nuevas competencias por parte de las empresas, está consolidada en diferentes países de Europa como una forma de aprendizaje a lo largo de la vida que puede aportar a las universidades un estudiantado más diverso. 

Financiación

El 1 % del PIB. Otra bondad de la nueva ley: en el 2030 las Administraciones deberán destinar a las universidades el 1 % del Producto Interior Bruto. Pero de aquí allá, la batalla financiera seguirá librándose en Santiago. Para este 2024, el equipo del anterior rector cerró el presupuesto en 184,3 millones de euros. Las transferencias corrientes que recibirá de la Xunta suman 107,3 millones. Solo en salarios gastará 114,5 millones, y en bienes y servicios (luz, agua, mantenimiento, etcétera), otros 19,8. La reclamación de A Coruña está sobre la mesa: más dinero y, especialmente, una redistribución de las partidas para elevar los fondos estructurales al nivel de las necesidades estructurales, que con frecuencia se suelen cubrir con convenios específicos. «A Xunta libra fondos finalistas no último trimestre, o que fai imposible determinadas actuacións, dificulta enormemente unha execución eficiente do orzamento», señala el rector. 

Plantilla

Renovar y estabilizar. En la UDC trabajan 1.440 profesores e investigadores, y 775 miembros del personal técnico, de gestión, y de administración y servicios (antes PAS, ahora PTGAS). La renovación generacional es urgente en algunos grupos, y ya en su primer discurso el rector anunció la reforma inminente de la relación de puestos de trabajo y de los Estatutos (la ley manda). «Estudaremos a estrutura de idade, faremos unha planificación plurianual das necesidades de incorporación de persoal e apostaremos pola figura do axudante doutor como vía de inicio dunha carreira docente estable», avanzó.