División de opiniones entre los negocios de San Andrés por la nueva fase de las obras

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

SARA TOJA

La circulación quedó prohibida este martes en toda la vía y algunos comercios muestran su incertidumbre sobre el proyecto

07 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

San Andrés quedó este martes cerrada al tráfico por completo para dar inicio a la segunda fase de las obras que la convertirán en un bulevar. La obra ahora se amplía al tramo entre la plaza de Pontevedra y Santa Catalina después de que empezasen en febrero en la otra mitad de la vía y en la calle Sol.

El tráfico quedó prohibido en esta zona desde las 10.15 horas para acometer tareas de renovación de canalizaciones, instalación del nuevo pavimento y creación de las zonas verdes, así como la colocación de mobiliario público.

Esta nueva fase implicó el traslado de la zona de carga y descarga a la calle Santa Catalina, además del cierre del carril izquierdo del último tramo de Juana de Vega, excepto para los buses que circulen en dirección a la plaza de Pontevedra. Desde ayer también hay cambios en las líneas 3 (en sentido a Adormideras) y 7 (hacia la avenida de Hércules) . Su recorrido se trasladará a Juan Flórez (creando una nueva parada en el número 16) y al Cantón Grande (con parada en la plaza de Mina). «Moi pronto San Andrés recuperará a súa configuración orixinal como bulevar, gañando espazo para a cidadanía, máis visibilidade para os comercios e melloras para as persoas», explicó ayer la alcaldesa, Inés Rey, durante una visita a las obras. 

Beneficios a la larga

El cierre al tráfico del tramo de San Andrés entre la plaza de Pontevedra y Santa Catalina para realizar los trabajos durará seis meses, una situación atípica con la que tendrán que convivir los negocios instalados en esta zona.

«Nos fastidia bastante en el día a día, creo que los obreros podrían acelerar los ritmos de trabajo para que dure menos, incluso con un turno de noche», explica María Villar, de Calzados Reno, que piensa que la molestia por lo menos se transformará en beneficio para la calle a la larga. «Hay que pasar un mal período para tener un resultado positivo», explican desde este negocio cuyos titulares se jubilarán el 30 de septiembre.

A pocos metros de este negocio y a pocos pasos de la plaza de Pontevedra se encuentra el Hotel Maycar. Darwin Alcalá explica que la obra se debería haber hecho «por tramos, empezando el segundo cuando terminase el primero» y que existe un poco de incertidumbre por el ruido que generen los trabajos: «Puede que moleste a los clientes».

Entre los comerciantes de esta zona de San Andrés existe división de opiniones sobre el futuro que tendrá para la calle la nueva configuración una vez que finalicen los trabajos.

En la Confitería La Coruña están expectantes con el proyecto, ya que tienen previsto dar un giro al negocio: «Mi jefe piensa que con las aceras más anchas va a ser mejor, tiene pensado hacer también cafetería con terraza, para ello tirará la parte de delante, nos va a venir bien». Carmen Masera cree que el cambio les resultará beneficioso: «A ver si se recupera el San Andrés de hace 40 años para pasear, hacer compras y tomar algo. En los últimos años cerraron muchos negocios, se fue dejando morir».

Mientras, la reurbanización genera dudas en otros establecimientos. «Desde que se cortaba el tráfico los fines de semana experimentamos una bajada en las ventas, la gente caminaba por el medio de la carretera y no se acercaba a las tiendas. Dejamos de abrir los sábados por la tarde», explica Emma Paz, de La Zapatillera. Verónica Souto, de El Paraíso de las Alfombras, lamenta que se elimine aparcamiento: «Los clientes venían un momento con el coche para llevarse las alfombras, pero ya no podrán».

Seis meses para que la vía recupere una configuración como la de antaño

El cierre del tramo de San Andrés entre la plaza de Pontevedra y Santa Catalina supone un avance en la reurbanización de la calle. Cuando finalicen los trabajos, contará con un carril por sentido, habrá aceras más anchas y se aumentará la vegetación con franjas verdes a ambos lados de la calzada y con especial protagonismo para las moreras de Valdeorras. Esta especie estuvo presente durante muchos años, pero se fue eliminando, entre otras cuestiones, por la suciedad que producía, de ahí que ahora se apueste por una variedad diferente que no manche. También se eliminarán las plazas de aparcamiento y se incorporará mobiliario urbano nuevo, como bancos, además de aparcabicis.