Joseba Muruzábal y María Moldes, de la Fundación Vicente Ferrer en Galicia:«Quiero conocer a las mujeres rurales de la India para reflejarlas en el mural»
A CORUÑA
El cambrés, autor de las «Superabuelas», viaja con la entidad a Anantapur
25 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Conocemos al muralista Joseba Muruzábal (Cambre, 1984), sobre todo, por esas Superabuelas que reivindican el poderío de la mujer rural gallega. Pues ahora va ir más allá, va a descubrir en la India a otras Supermujeres rurales, aquellas que tienen afrontar su maternidad en soledad y con toda la sociedad en contra. Lo hace de la mano de la Fundación Vicente Ferrer. De hecho, María Moldes (Negreira, 1984), responsable de la delegación en Galicia de la fundación, le acompaña en este viaje que emprendieron este pasado fin de semana y que les tendrá allí hasta el 10 de diciembre, tiempo en el que Joseba realizará un mural en homenaje a estas mujeres.
—¿Cómo surge esta colaboración?
—[Joseba Muruzábal] Me escribió María, a la que conocía de la Facultad de Belas Artes, y me propuso hacer un mural sobre estas mujeres que están solas, que son solteras, abandonadas o viudas, y sobre las que pesa un estigma social enorme.
—[María Moldes] Siempre quise hacer algo con él dentro de la fundación. Así que aprovechamos este proyecto, que está financiado por la Xunta, y que aborda precisamente el empoderamiento de la mujer rural y, claro, me acordé de Joseba y sus Superabuelas.
—¿Qué es lo que van a hacer allí exactamente?
—[J. M.]. La idea es conocer a un buen grupo de estas mujeres y a raíz de estos encuentros sacar la idea para el mural. Pero todavía no tengo ni idea de cómo voy a reflejar todo esto. Quiero conocer a esas mujeres, escucharlas para poder reflejarlas en el mural. Pero creo que es mejor así, ir sin pretensión ni prejuicio alguno, abierto a todo. No soy más que un guiri que va a la India a pintar un mural, pero con la fortuna de poder entrar en casa de estas mujeres, en sus vidas, y aprender.
—[M. M.]Eso me lo dejó claro Joseba, que tenía primero que conocer a esas mujeres, su contexto, cómo viven.
—¿Y qué espera encontrar?
—[J. M.]No lo sé. Nunca he estado allí. Voy a una zona rural en la que las tradiciones están muy arraigadas. Voy bien cuidado, porque voy con María que sí que ha estado varias veces. Pero no tengo ni idea de cómo voy a reaccionar a lo que allí me encuentre.
—[M. M.]Es algo totalmente nuevo. Tenemos en el campus de la fundación un alojamiento en el que acogemos a los visitantes que quieren conocer nuestro proyecto de cerca. Pero el proyecto de las mujeres está en una región que está a dos horas y media de las oficinas centrales, así que va a tener que meterse a fondo en un ambiente rural.
—¿Dónde estará el mural?
—[J. M.]Me ofrecieron varios muros, uno de ellos en la propia sede de la fundación. Pero preferí uno en un hospital. Está en la calle, y eso es fundamental.
—[M. M.]Es un hospital especializado en mujeres, se dedica sobre todo a ginecología y obstetricia. Es un lugar ideal para lo que queremos transmitir y además muy transitado.
—Se va a encontrar con otras Supermujeres.
—[J. M.] ¡Claro, son auténticas Fenómenas do Rural! Pero no sé si extrapolaré lo que ya he hecho aquí. No es mi intención. Quiero tratarlo de otra manera. Me han llamado de muchos sitios para pintar Superabuelas, y me negué. Por ejemplo en Barcelona, o en una ciudad de Alemania, pero no le veía sentido. Me encontré con Superabuelas alemanas, sí, pero no tenía nada que ver, eran intelectuales, era otro concepto. Nunca quise sacar la serie de Fenómenas do Rural de Galicia, porque representa a un colectivo muy concreto, muy nuestro. Recurrir a los superpoderes de estas mujeres de la India sería mi baza más segura, pero quiero tratarlo de otra manera.
— ¿Creen que se entenderá lo que quieren transmitir con ese mural?
—[M. M.]Sin duda, porque allí se hacen muchos murales. Ten en cuenta que gran parte de la población con la que trabajamos es analfabeta, así que la manera de educar y transmitir mensajes ha sido siempre la pintura. Eso sí, es una pintura mucho más gráfica porque tiene otro tipo de intencionalidad. Por eso la pintura hiperrealista de Joseba seguro que les va a sorprender muchísimo.
«Solo con formación se puede romper el círculo de la pobreza»
María Moldes acompaña a Joseba Muruzábal como conocedora de la zona y sus costumbres, ya que vivió más de tres años en la India, e irá colgando en las redes de la fundación el proceso de creación del mural.
—Cuénteme cómo es la labor que desarrollan con estas mujeres.
—[M. M.]Trabajamos siempre desde el asociacionismo, porque es mediante ese apoyo mutuo como se crea un espacio para compartir y generar ideas. En este caso, son mujeres viudas, solteras o abandonadas que tienen hijos a su cargo y sobre las que pesa una discriminación enorme. Incluso hay supersticiones, como que dan mala suerte y que no deberían estar en la calle. Lo primero es proporcionarles independencia económica para que puedan mantener a su familia. Así que facilitamos que hagan sus microemprendimientos, desde la producción lechera a la cría de otro tipo de animales, pasando por montar pequeños comercios. Y el proyecto se completa con el acceso a otros derechos como es el de la vivienda o la educación de sus hijos para que tengan más oportunidades en el futuro. Solo con formación se puede romper el círculo de la pobreza.
—Tienen además en marcha una exposición itinerante por las estaciones de tren —sale de A Coruña a Pontevedra—, de la mano del programa Estación Abierta de ADIF.
—[M. M.]Se titula Destino igualdade y es sobre un proyecto pionero que se desarrolló el año pasado con 23 mujeres a las que se les dio formación para que condujesen un mototaxi. Era algo muy atrevido, son las primeras mujeres que lo hacen en India, pero funcionó. En vez de generar rechazo encontramos que el resto de mujeres se sienten más seguras viajando con una conductora.