El exministro Romay Beccaría señala los problemas actuales de la democracia: «Todos los populismos son antieuropeos»

P. Gárriz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Eduardo Pérez

Su ponencia estuvo enmarcada en el acto de apertura del Curso Académico 2024/2025 de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación, al que también asistieron autoridades como el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda o el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo

02 dic 2024 . Actualizado a las 20:27 h.

Este lunes se celebró la apertura del Curso Académico 2024/2025 de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación. Al acto, presidido por José Luis Seoane Spiegelberg, asistieron el Presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, el Conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, el General Jefe del Mando de Apoyo a la Maniobra, Raimundo Rodríguez, el Presidente del TSXG, José María Gómez y Díaz-Castroverde y el Fiscal Superior de Galicia, Fernando Suanzes, entre otras autoridades.

La disertación del exministro de Sanidad y exvicepresidente de la Xunta José Manuel Romay Beccaría sobre «los problemas actuales de la democracia» fue el eje central de la cita. Con la voz de la experiencia y el magisterio de quien ha reflexionado y estudiado hondamente la cuestión tratada, el veterano político y jurista se remontó a los orígenes de nuestro sistema. De una fórmula que gobierno que es, según él, la de la convivencia. 

Enfrente de la democracia, advirtió, están los populismos de uno y otro signo, que plantean el rupturismo con la vía liberal. «los populismos de extrema derecha instigan el miedo y los de extrema izquierda, el odio, el rencor», señaló. Como ejemplo paradigmático puso la lupa sobre la figura, hoy de rabiosa actualidad, de Donald Trump. Describió al presidente electo de los Estados Unidos como «el ejemplo evidente del aprovechamiento de las televisiones y las redes sociales para el bien de su causa». Un triunfo comunicativo que demuestra el avance de las fuerzas antidemocráticas en el mundo y el refinamiento de sus métodos. 

Elevó su preocupación ante el hecho de que también en el viejo continente estén estas corrientes ideológicas en movimiento, y la amenaza que esto supone para el proyecto comunitario, el de los 27. «Todos los populismos europeos son antieuropeos, fustigan y atacan los valores sobre los que se construye Europa», caviló. 

Problemas del presente y del futuro

Sin pelos en la lengua y con la pedagogía que le es característica, el hablante abundó sobre algunas de las cuestiones que más ardientemente encienden el debate político actual. La inmigración ocupó una parte esencial de su exposición. Cargó contra el multiculturalismo, en boga en los idearios de algunos grupos políticos. «Con su obsesión por la diferencia, por el mantenimiento de guetos, por la impermeabilidad de las culturas que propugna, plantea graves problemas a las sociedades occidentales receptoras de inmigrantes procedentes de países o regiones con valores culturales muy distintos a los nuestros», opinó. Pero matizó y explicó esta línea de razonamiento: «La solución a la situación catastrófica en muchas naciones del Tercer Mundo no es la apertura descontrolada de las fronteras, pero las defensas contra la inmigración que puedan construir las naciones ricas se verán desbordadas por masas de inmigrantes desesperados si no se consiguen unos niveles mínimamente aceptables de bienestar, justicia y libertad en los países de origen».

No obstante, la nota final de su discurso tuvo un tinte positivo. Dejó constancia de su convencimiento en que «el proyecto europeo seguirá adelante, superará los desafíos y seguirá fortaleciéndose». Además de su ponencia, la reunión también incluyó una lectura del resumen de la memoria de actividades de la RAGJYL durante el curso anterior.