Cristina Velasco Mora: «'Como le pinche me da algo', pensé al ponerle a Sánchez la hoja de carballo»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Cristina Velasco con uno de los arreglos florales que realiza Anaquiños de Papel, la empresa que creó en A Coruña con su hermana Bea.
Cristina Velasco con uno de los arreglos florales que realiza Anaquiños de Papel, la empresa que creó en A Coruña con su hermana Bea. CÉSAR QUIAN

Su empresa de artesanía de papel trabaja para Porcelanosa, Loewe o Inditex

09 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristina Velasco Mora (Ourense, 1985) es la artesana gallega que conquistó al presidente del Gobierno al colocarle una hoja de carballo en la solapa durante la celebración de Fitur. El papel es su medio de expresión y con él crean todo tipo de elementos con los que ya han trabajado para Inditex, Porcelanosa o Loewe.

—Han saltado a la fama por su presencia en la feria de turismo.

—Me encargaron una decoración basada en la vegetación típica gallega para el fotocol que tenía el estand de Galicia en Fitur. Creé como una especie de ola que flotaba con camelias, hortensias y unas hojas de carballo.

—Todo hecho en papel, claro.

—Así es. Y, además de eso, realizaba talleres y artesanía en directo durante los días de la feria.

—Y en esto que se acerca el presidente del Gobierno.

—Exacto. Veo que se acerca con todo su séquito, rodeado de periodistas. Se sabía que Pedro Sánchez podría pasar ese día por Fitur y, de repente, me dicen que posiblemente va a pasar por el estand de Galicia. Yo estaba en ese momento realizando motivos florales gallegos que, de vez en cuando, regalaba a los que se acercaban o se interesaban un poco por mi trabajo. Y en esto que veo que llega.

—¿Qué hizo el presidente?

—Se paró, me preguntó cómo me llamaba, a qué me dedicaba y qué estaba haciendo en ese instante. Le expliqué que justo acababa de terminar un broche de hojas de carballo, árbol típico de Galicia, y le dije que me gustaría regalárselo.

—Incluso se lo colocó usted.

—Claro, es que me dio las gracias y dijo: «¿Puedes hacer el favor de colocármelo? Porque me encanta y me gustaría llevármelo puesto». Así que yo, con la mano medio temblorosa, se lo puse mientras pensaba «como le pinche aquí en directo, rodeada de periodistas y políticos, me da algo» [risas].

—¡No se había visto en una así en su vida!

—No, ja, ja. Lo bueno fue que luego llevó el broche por todo Fitur. Que podía habérselo puesto para la foto y luego quitárselo.

—¿Cuánta visibilidad le dio eso?

—Al día siguiente me vinieron al estand no sé cuántas personas preguntándome por «el broche de Pedro Sánchez».

—Que no era pequeño, por cierto.

—[Risas] ¡Más grande no podía ser! Es que, después de dos días en la feria, yo ya había agotado los broches de hojitas de carballo y ya solo me quedaban los grandes. ¡El que le hice a Sánchez era XXL! Era desproporcionado. La anécdota es que tuve que hacerle el broche con lo que me quedaba. Pero mire, al final, me vino bien porque se veía más.

—Se vio en todos los telediarios.

—Fue increíble. Todo el mundo mandándome las fotos de los sitios en los que salió. Como tuvo el detalle de no quitárselo, fue por todo Fitur con él puesto.

—¿Hubo algún político más que pasara por allí?

—Sí, sí. Vino el presidente de la Xunta, encantador y muy cercano. El segundo día vino Feijoo, al que también le ofrecí el mismo broche que a Sánchez, pero no se lo puso en la solapa. Y, al tercer día, vino la ministra de Defensa, Margarita Robles, que se llevó una ramita de toxo. Encantadora también.

—¿Cómo nace Anaquiños?

—Realmente, fue mi hermana Bea, que es arquitecta, quien creó la firma. Investigando el tema de las estructuras, descubrió el origami en el 2012. Empezó a crear objetos como guirnaldas, detalles de decoración, paquetería, etc... Era tan bonito que la animamos a abrir un blog y así puso la semilla de lo que somos ahora.

—¿Cuál es su papel en la firma?

—Yo me acoplé a ella poco después. En realidad, soy abogada, estudié Derecho en A Coruña, ejercí durante un tiempo pero luego la vida me fue llevando por otros papeles bien distintos a los de la abogacía [risas].

—Tendrá su casa empapelada.

—Pues no. En casa del herrero..., ya sabe. Hago adornos para todo el mundo menos para mí.

«Lo que empezó como un ‘hobby', ahora es un bum. No tenemos límites»

Lo que empezó como una manera de dar rienda suelta a su creatividad, se ha convertido en una empresa que triunfa a nivel internacional. Así explica Cristina Velasco la evolución de Anaquiños de Papel, con sede en A Coruña.

—¿De qué se siente orgullosa?

—De lo que hemos hecho para Porcelanosa. Con ellos hemos estado en México o Nueva York impartiendo talleres. Trabajamos casi más para fuera de Galicia: Londres, París... A día de hoy, no tenemos límites, pero ojalá nos salieran más cosas por aquí. Lo que empezó como un hobby, ahora mismo es un bum. Pero no ha sido de un día para otro, no. Llevamos diez años en esto. Es el fruto de un trabajo incansable y de mucho aprendizaje.

—¿Para qué otras firmas trabajan?

—Para Loewe, Inditex (Pull&Bear), Simorra, Scalpers, Swarovski... Son marcas que se fijan en nosotras, no solo porque el producto es original, sino también por nuestro perfil de «talleristas». Nos piden desde un escaparate con flores de papel gigantes hasta una decoración para revistas de moda.

—La artesanía es un valor en alza.

—Sí. Nos buscan mucho para vivir esa «experiencia de marca» y para poner en valor la artesanía.

—¿Qué es lo más curioso que han hecho en papel?

—Una mesa de Nochebuena en la que todo era de papel: los cubiertos, la cristalería, el pan, las servilletas... Incluso tuve que hacer un pavo. Quedó espectacular, pero fue un reto.

—Trabajan mucho también en el sector de las bodas.

—Muchísimo. Hace poco hemos diseñado unos accesorios para novias con unas flores de papel que son impermeables.

—¿Y ahora qué?

—Queremos dar el paso a convertirnos en Velasco Mora Estudio. Creemos que el nombre de una artesana aporta valor.