
El centro con el que el doctor Hervada revolucionó la sanidad privada en 1969 es el único que se mantiene independiente de los grandes grupos sanitarios
17 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«La Coruña y Galicia en general cuentan desde ayer con un magnífico y nuevo sanatorio», informaba La Voz de Galicia el 22 de junio de 1969. Daba cuenta así de la inauguración del Instituto Médico Quirúrgico San Rafael, «una importantísima aportación en su género», detallaba el periódico de un centro impulsado por Rafael Hervada Sandéliz. Una institución que acaba de celebrar su 55 aniversario reuniendo a los 200 profesionales que trabajan en el único hospital privado de la ciudad que mantiene, fiel a sus orígenes, un carácter familiar y de proximidad —su accionariado se mantiene estable— al margen de grandes grupos hospitalarios.
«De un terreno con tojos, hierbas y rocas, en medio de la nada, germinó la semilla del sueño de un hospital avanzado»
Su presidenta, Benigna Peña, recuerda con claridad «las dificultades, pero también la ilusión de los inicios», cuando el doctor Hervada decidió dar el salto de su clínica en Cuatro Caminos para crear un ambicioso proyecto, «innovador en lo médico y en lo social». «De un terreno con tojos, hierbas y sobre todo rocas, situado en el medio de la nada, fue germinando la semilla del sueño de un hospital avanzado, que además de la labor asistencial, buscase la excelencia a través de la investigación y la docencia, con finalidad social y humana», incide. En el alto de As Xubias, el San Rafael «fue creciendo, como un ser vivo, moldeándose al devenir de los tiempos, a las necesidades técnicas y a las innovaciones de la ciencia médica, hasta convertirse en un referente de nuestra comunidad», valora la cofundadora del centro.
El nuevo inmueble, que empezó a funcionar mientras al lado comenzaba a levantarse la ciudad sanitaria Juan Canalejo, el actual Chuac, «nació con una dotación significativamente mayor a la de los sanatorios de la época», incide Javier Peña, gerente de la entidad. Por ejemplo, contaba con una central de esterilización, equipos radiológicos de última generación, un departamento de isótopos radiactivos, unidad de vigilancia intensiva, «o un archivo centralizado de historias clínicas», reseña sobre el carácter vanguardista de un hospital que nació con un edificio de 5 plantas y casi 100 camas. Ocho quirófanos, uno dedicado a urgencias, o una entonces «inédita» sala de quemados dan idea de la innovación técnica que supuso su puesta en marcha.
Aquel instituto médico-quirúrgico continuó avanzando en asistencia e investigación, siempre pendiente de los últimos desarrollos tecnológicos. En 1993 sufrió una importante ampliación con el añadido de un módulo adicional de 5.000 metros cuadrados que incorporaba, por ejemplo, la primera resonancia magnética de la ciudad. «Aquella reforma permitió potenciar el servicio de diálisis, mejorar todo el bloque quirúrgico y ampliar las áreas de hospitalización y consultas externas», explica Peña, que señala como algunos de los hitos de la historia del San Rafael, siempre guiado por la permanente modernización de las instalaciones y la tecnología, «la puesta en marcha del primer robot Da Vinci en Galicia en el 2014 o la primera sala de cardiología intervencionista robotizada».
Un plan funcional para seguir creciendo en equipamiento y humanización
Pasado más de medio siglo, subraya Javier Peña el cambio experimentado hasta en la propia concepción de las infraestructuras: «Hoy en día ya no se miden los hospitales por camas, se miden por la dotación tecnológica, por la implantación de procesos mínimamente invasivos que favorecen estancias más cortas y por la eficiencia de los profesionales».
También César Bonome, director médico, destaca que «estamos en una fase en la que se prioriza la tecnificación y la evolución hacia una atención mucho más personalizada al paciente». Esa intencionada búsqueda de la vanguardia y la humanización de la asistencia «ha permitido convertir las áreas de cardiología intervencionista, cirugía traumatológica y ortopédica o urología, por citar solo algunos ejemplos, en servicios punteros gracias también al apoyo de todos los servicios de diagnóstico y clínicos con los que contamos». En esa misma línea continúan, de modo que el centro está ya implantando «un sistema con inteligencia artificial que permite mejorar el diagnóstico», adelanta.
El hospital ha diseñado ya un plan funcional para reordenar y mejorar los servicios, ampliar las ucis, el hospital de día, el área de consultas externas, rehabilitación... Se trata, en definitiva, de «concebir un conjunto global como soporte para el hospital del siglo XXI, con un permanente incremento tecnológico que hará más ambulatorios los procesos y siempre aplicando una verdadera medicina personalizada, que es el corazón de nuestra visión institucional desde la fundación del hospital», incide Peña para concluir que, 55 años después, el San Rafael conserva «una clarísima vocación de servicio a la ciudad y a la comunidad». Cuenta para ello, dice, «con lo más importante: un grupo humano de profesionales con arraigo, vocación y entrega».