
En nuestro Google Maps propio es imposible ubicarse sin esas coordenadas misteriosas que nos siguen anclando a un pasado riquísimo
13 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hay plazas que terminan teniendo el nombre de un negocio, de un local o de un cine. En Coruña a mí me pasa con la plaza de La Urbana, que en realidad se llama José Sellier, aunque en mi vocabulario social nunca ha estado este genio que filmó en nuestra ciudad la primera película española. Pero la plaza de La Urbana es la plaza de La Urbana, incluso aunque este local dejase en algún momento de existir. Hay otra plaza coruñesa, que está entre San Andrés y la calle de los Olmos, que todos conocemos como la plaza de La Base, en honor a la tienda de ropa que marcó a algunas generaciones con la amplitud que le daban los dos pisos y que, tan bien iluminada, daba vida a toda la zona. Claro que algunos dirán que es la plaza de Calzados Madariaga, porque anteriormente en uno de los laterales estaba esa famosísima zapatería que fue de las más demandadas por una clientela fiel. La plaza de La Base se llama, en realidad, la plaza de San Andrés, pero no son tantos los que le dan este nombre. Pero de todas esas plazas denominadas por el clamor popular hay una, la del cine Coruña, que se lleva la palma, porque en nuestro Google Maps propio es imposible ubicarse sin esas coordenadas misteriosas que nos siguen anclando a un pasado riquísimo. La placita del cine Coruña se llama así porque desde 1936 a 1986 estuvo ese templo artístico en el que, ahora lo recuerdo, yo vi Evasión o victoria. Los que tengan memoria aún verán enfrente El Tala, la cafetería que se anticipó décadas dando platos combinados cuando aún no había ni rastro de Gasthof. La placita del cine Coruña, entre la Galera y San Andrés, que yo sepa no tiene otro nombre, por eso me inquieta cómo la llamarán quienes no hayan heredado la terminología de nuestro callejero fantasma. No sé para ustedes, pero para mí el cine todavía sigue estando ahí.