Alba Neira: «Después de las sesiones de debate hay un subidón, un querer hacer más»

El pasado mes de marzo, A Coruña acogió la sesión regional gallega del European Youth Parliament [Parlamento Europeo de los Jóvenes, EYP, en sus siglas en inglés], una entidad sin ánimo de lucro formada por jóvenes estudiantes de toda Europa. En la organización de esa cita, junto con otros dos compañeros, estaba Alba Neira, que a punto de cumplir 19 años, da el salto ahora a la organización de las sesiones nacionales e internacionales de esta entidad, nacida en Francia en 1987, que promueve el debate de temas cruciales para Europa de la mano de los más jóvenes,

—¿Qué es el European Youth Parliament?

—Es una organización sin ánimo de lucro que reúne a jóvenes de toda la Unión Europea. Lo que hace es organizar sesiones de debate en inglés a nivel regional, nacional e internacional.

—Usted empezó como participante desde el colegio, Santa María del Mar, ¿cómo se lo propusieron?

—En primero de bachillerato, mi profesor de Inglés me llamó a mí y a otros cinco alumnos de mi curso y nos presentó lo que era el EYP. Nos trajo a una alumna que ya había participado, pero es verdad que es imposible entender el funcionamiento si no lo vives por primera vez. Fuimos a la regional de Ourense en el 2023, y fue una experiencia muy chula. «Ojalá me cojan para la nacional», pensé. Fuimos seis y pasamos tres. El nacional fue en Marbella, y ya es toda una experiencia. Son siete días en vez de tres, fuimos tres niñas del cole que éramos muy amigas, ya es modo campamento, todas allí.

—Pero no es un concurso de debate tradicional, ¿verdad?

—No, no te dan un tema y tienes que ponerte a favor o en contra. Aquí se crean unos comités, que dependerán del número de participantes que haya en la sesión, y se le da un tema a cada uno. En la primera sesión regional a la que fui me tocó en el Comité de Seguridad y Defensa, y el tema era cómo evitar la proliferación de las armas no nucleares. Y en el nacional, uno de salud.

—¿Cómo es una sesión?

—Hay una primera fase de creación de equipos, donde llegan los participantes, se conocen entre ellos y a los voluntarios de la sesión, y para romper el hielo se hacen actividades. Los participantes forman parte de un comité en el que con tu grupo y el voluntario que dirige a los participantes creáis las cláusulas de la resolución, los problemas a los que hay que dar soluciones... Y después, en la asamblea general, los comités defienden su propuesta. Los otros comités hacen un discurso sobre tu resolución, que puede ser positivo o negativo, y luego hay tres rondas de debate abierto en las que todos los comités pueden poner objeciones. Se finaliza con una conclusión y se vota si se aprueba o no.

—¿Cómo pasa de participante a organizadora?

—Los organizadores abren solicitudes para los distintos puestos voluntarios, para el equipo organizativo, jurado, académico y de medios. En A Coruña lo organicé con dos amigos de Pontevedra y Vigo. Les escribimos a casi todos los colegios de Galicia, vinieron 55 participantes y hubo cinco o seis comités. Y ahora estoy en el equipo de la sesión nacional de Barcelona y de la internacional de Málaga. En Barcelona estoy en el grupo que se encarga de todo lo relacionado con los cáterin y los materiales necesarios para la sesión, buscar patrocinadores... y en Málaga estoy en la parte de eventos.

—¿Qué tiene el EYP para enganchar así?

—Yo creo que es la gente. El trabajo vale un montón la pena porque ir a las sesiones es lo mejor. Después de estas hay un subidón, un pique de querer hacer más, y es cuando te apuntas a todo.

«No tenía ni idea de qué estudiar y esto me ayudó a orientarme»

Alba no había decidido qué carrera estudiar cuando empezó a participar en los debates el EYP.

—Empecé primero de bachillerato y no tenía ni idea de qué quería estudiar. Solo decía: «Medicina no y Derecho no». Mi madre me había dicho que no descartase nada. Volví de la sesión nacional supercontenta y me dijo: «Pues esto tiene mucho que ver con el Derecho, quieras o no, esto se te puede dar bien». Ahora estoy estudiando el doble grado de ADE y Derecho... Lo de «Derecho no» no me salió tan bien. A mí me ayudó a orientarme, y sé que a mucha gente, también.

—¿Qué es lo más importante en un debate?

—Me parece muy importante la manera de expresar la propuesta en la asamblea general, pero el trabajo que haces antes, de preparación, es fundamental. Si al final propones un montón de soluciones, le das un montón de vueltas... la haces muy tuya. Y luego en el debate, pues tranquilidad. Pero siempre intentando hacerlo un poco tuyo.

—¿Y si se aprueba en el regional, se pasa al nacional?

—No, no es un concurso. Si tu resolución se aprueba no es un indicador de que vayas a pasar a la siguiente sesión. Dentro de los voluntarios hay un equipo de jueces que van valorando el aspecto social, cómo te relaciones con el resto, tu nivel de inglés, porque al final todo es en inglés, cómo vengas preparado, cómo te desenvuelves en la sesión...

—Al tratar temas que preocupan en Europa, ¿luego está más pendiente de la actualidad?

—Como participante no te ves con tanta necesidad porque te preparan mucho allí. Pero sí, de alguna manera has trabajado sobre esos temas y a la hora de leer luego una noticia de todo lo que pasa ahora te llama más, te interesas más.

Próximas citas: La sesión nacional del EYP se celebrará en Barcelona del 9 al 16 de julio. Y del 23 de octubre al 2 de noviembre tendrá lugar la internacional, que este año se celebrará en la ciudad de Málaga con participantes de 16 a 18 años. En las pruebas nacionales e internacionales suele haber 120 alumnos.

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