Un baño de realidad para la ciudad

Hugo Álvarez TRIBUNA ABIERTA

A CORUÑA

AFUNDACIÓN

La OSG atraviesa el momento más crítico de su historia. Una situación límite de la que algunos veníamos alertando hace tiempo

22 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La OSG atraviesa el momento más crítico de su historia. Una situación límite de la que algunos veníamos alertando hace tiempo: urge asumirla y tomar medidas para mantener su honor y reputación. Es valiente que el nuevo gerente hable sin tapujos de un panorama al que se llega por una sucesión de decisiones pasadas erróneas, mal gestionadas y desatendidas interna y externamente. La desaparición del Festival Mozart (2014), con todo lo que conllevó, fue la primera gran señal de alarma. Aún vendrían otras que muchos prefirieron ignorar para nadar a contracorriente hasta llegar a este presente incierto.

Hay por delante una tarea ardua, titánica, heroica: reconstruir un buque insignia de la cultura gallega para que vuelva a ser lo que fue sin que una estructura hoy tambaleante se derrumbe. No será fácil: habrá que reinventar un modelo desgastado en los últimos años. Aunque la situación es muy crítica, hay al frente un hombre claro y honesto, que aborda el problema sin esconderlo, lo que ayudará a la ciudadanía a tomar conciencia de la realidad de la orquesta.

Las salidas que propone Juan Antonio Cuéllar son inevitables dada la gravedad de la situación y hay que tomarlas por dolorosas que sean. Después habrá que preguntarse qué o quiénes nos han hecho llegar a esto y depurar responsabilidades. Ahora toca luchar a brazo partido para que la OSG recupere su posicionamiento artístico, formativo y reputacional sin negar la realidad actual; cuestionando y reformulando el proyecto de hacia un futuro donde la orquesta brille de nuevo. Ahí hay que enfocarse.