Mónica Díaz, vecina de monte Mero: «Pretenden expropiarnos como solo rústico deixándonos hipotecados»
A CORUÑA

Residentes afectados por el plan de monte Mero, en A Coruña, se plantean recurrir a la vía judicial
26 jul 2025 . Actualizado a las 16:12 h.«Amosáronnos o proxecto xa feito e non hai posibilidade de salvar ningunha das casas, non dubidaron con iso, non encaixamos no seu plan». Mónica Díaz es una de las cerca de 200 personas afectadas por el proyecto urbanístico para crear 4.310 pisos que la Xunta está tramitando en monte Mero, entre la Cidade das TIC —antigua fábrica de armas—, Alfonso Molina y Xuxán, una zona con una extensión de 43.000 metros cuadrados.
Esta semana mantuvieron una reunión en la que el Gobierno gallego les expuso el proyecto para convertir una zona dominada por parcelas verdes y casas con terrenos en el mayor desarrollo urbanístico que está en marcha en la ciudad.
Esto supondrá el derribo de 38 viviendas —además de otras propiedades— para las que se les dijo que «non hai ningunha posibilidade de salvalas». Díaz, que es también presidenta de la Asociación de Vecinos de Eirís Uxío Carré, representa al tipo de residente más común en monte Mero. «Nacín aquí como a maioría da xente, o 90 % dos veciños poden levar aquí máis de 50 anos, en moitos casos xa eran dos seus avós as casas», relata.
Diferentes soluciones
Los casi dos centenares de afectados se organizaron como plataforma y se enfrentan a un futuro bien diferente con el que no están de acuerdo. Desde la Xunta se les trasladó la posibilidad de que algunos «teñan unha vivenda de protección oficial». El proyecto de la Xunta en monte Mero estima que un 80 % de los 4.310 pisos que se hagan serán públicos o protegidos, pero esta solución no les satisface.
«A situación é complicada, case todos teñen hortas e hai casas nas que viven ata seis ou sete persoas. Estabamos moi tranquilos e agora moitos terán que vivir nun piso e xerar o gasto de pagar unha vivenda e unha hipoteca», vaticina.
Otra de las opciones será la reserva de una zona del ámbito destinada al realojo de los afectados, que podrán construir viviendas unifamiliares. Sin embargo, esta vía también cuenta con sus obstáculos.
«Temos todos os servizos que ten calquera barrio, pero pretenden expropiarnos como solo rústico deixándonos hipotecados tendo que edificar. O que nos dan non chega para nada, vai todo para arquitectos e impostos, é un atropelo absoluto», asegura.
El Gobierno autonómico está gestionando este plan como un proxecto de interese autonómico (PIA), una vía destinada a agilizar las habitualmente complejas tramitaciones administrativas de este calibre, aunque esto también provoca reservas entre los afectados porque . «O feito de que o fagan copiando como se ía facer no PXOM non está moi claro», apunta sobre las dudas que genera que se apostase por esta vía.
Tras la reunión de esta semana no hay ninguna nueva cita prevista en el horizonte y los vecinos esperan nuevos pasos en la tramitación del proyecto mientras analizan posibles recursos desde la plataforma que crearon. «Imos loitar con todo o que temos na nosa man, pero o cadro é o que é. Iremos pola vía xudicial se é necesario», explica Mónica Díaz.
La Xunta dice que no hay un «proxecto definitivo» y que analizará «polo miúdo» los casos
La Xunta eligió monte Mero para desarrollar un proyecto urbanístico con el que promover la construcción de nueva vivienda, con una reserva importante para pisos públicos, debido a su extensión y a su situación urbanística. Así, descartó otras zonas como Penamoa, As Rañas, A Zapateira u O Portiño por las limitaciones que presentaban en cuanto a espacio o condicionantes.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Desde la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas recuerdan que la «afección das vivendas polo proxecto de interese autonómico (PIA) nace do propio PXOM» Así, destacan que la elaboración del plan está «aínda nunha fase moi incipiente, centrada na ordenación».
Sobre el futuro de las 38 viviendas que se derribarán, en la reunión explicaron a los vecinos que «a ordenación non permite manter as vivendas existentes». En este sentido, aseguran que «o Goberno galego analizará polo miúdo todas as situacións dos afectados para atopar a solución máis vantaxosa en cada caso» y que mantendrán reuniones con los propietarios «en todo o proceso, xa que aínda non hai proxecto definitivo». Además, recuerdan que habrá una zona para el realojo de afectados «que se destinará á construción de vivendas unifamiliares, aínda que, se algún propietario o quixese, tamén se podería xestionar en residencial colectivo».
Las obras, en el 2028
La Xunta espera aprobar en julio del 2026 el PIA y que las obras empiecen a lo largo del 2028. Además de las viviendas, en el PXOM se prevén 68.000 metros cuadrados de espacios libres —se incluye un gran parque— y 11.415 para equipamientos.