
Este restaurante familiar con más de 70 años de historia ofrece, además de su gastronomía, un párking privado para clientes. Es ideal para pasar un día de playa
09 ago 2025 . Actualizado a las 08:50 h.La costa gallega multiplica su oferta gastronómica en la temporada veraniega, pero pocos locales combinan tradición, ubicación privilegiada y cocina sin artificios como Rocamar, en Perbes (Miño). A solo 100 metros de la playa, este restaurante familiar lleva más de 70 años ofreciendo comida casera con sabor a verano.
«É un negocio familiar. Comezou como un bar de cámping nos anos 60 e pouco a pouco fomos reformando e transformándoo nun restaurante», cuenta Sergio Martínez, actual propietario y tercera generación al frente. Hoy, Rocamar es mucho más que un restaurante: mantiene su zona de cámping, ofrece desayunos desde primera hora y dispone de aparcamiento privado para clientes, un lujo en una playa tan concurrida como Perbes.
La cocina es sencilla, pero con producto de calidad. El fuerte de la casa es la parrilla, con carnes como el famoso churrasco de angus, único en la zona, y pescados frescos como la lubina salvaje, que en verano son lo más demandado. Además, ofrecen menú del día todo el año, también en agosto, algo poco habitual en locales de playa. «No inverno vivimos do menú de luns a venres, e nas fins de semana traballamos máis con carta e marisco fresco», explica Martínez.

Pero Rocamar también apuesta por algo más que comer: la música en directo es otro reclamo veraniego. «Fomos os primeiros en facer actuacións musicais con mascarillas durante o covid», recuerda. Este agosto volverán los conciertos, sobre todo en fines de semana, con grupos referentes en la verbena gallega.
Las puestas de sol desde su terraza son otro de sus sellos. «Hai xente que vén só para sacar unha foto do solpor. Aínda que non teñan sitio, a fan de pé e marchan», dice Sergio entre risas. En una zona en la que muchos restaurantes abren solo al mediodía y a la hora de la cena, Rocamar destaca por abrir desde la mañana y ofrecer un ambiente acogedor todo el día.
La evolución de este negocio refleja también el crecimiento turístico de Perbes, una playa que ha ganado popularidad con los años y que ahora atrae a visitantes de toda Galicia. «Antes había menos xente, agora veñen máis, pero o aparcamento é un problema. Por iso ter o noso propio é un gran valor para os clientes», añade Sergio. Este espacio garantiza comodidad y tranquilidad para disfrutar sin prisas de la jornada.
Finalmente, la esencia familiar y el trato cercano son claves en Rocamar. «Somos unha familia e queremos que o cliente se sinta como na casa. Coidamos cada detalle, desde a comida ata o ambiente. A atención esmerada é o que nos diferenza», concluye.