Suben las incidencias en las playas de A Coruña con 15 rescates en mes y medio

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Dos socorristas, ayer en la playa de Riazor de A Coruña
Dos socorristas, ayer en la playa de Riazor de A Coruña Eduardo Pérez

«Hay pequeños bañándose solos en la orilla o sentados jugando. Es peligroso», alertan los socorristas, que atribuyen el incremento de intervenciones a que este junio hizo buen tiempo y el pasado no

08 ago 2025 . Actualizado a las 18:29 h.

La temporada de playas sigue en A Coruña con un primer mes y medio con bastante actividad. En total, desde el inicio de la campaña de verano, el pasado 15 de junio, y hasta el 31 de julio, los profesionales que trabajan en el servicio de socorrismo atendieron 354 incidencias. Se trata de una cifra muy similar al total del pasado año, que se saldó con 378 a fecha del 15 de septiembre, cuando finaliza el servicio. Además, en lo que va de temporada de baño se han incrementado levemente los rescates, con 15 frente a los 13 del 2024. También ha crecido mucho el número de intervenciones en el Orzán, pasando de 60 a 97.

Nuria Rodríguez, jefa de este servicio en la ciudad y presidenta de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, explica que detrás de este aumento está el buen tiempo, lo que se tradujo en una mayor afluencia a las playas. «Este junio fue muy bueno, mientras que el año pasado fue horrible», indica la profesional, que expresa que, de momento, no han tenido ninguna intervención de riesgo. «Los rescates que hemos realizado han sido, por suerte, normales. Dentro de estas operaciones también englobamos, por ejemplo, las entradas al mar para ayudar a salir a mayores que se van a nadar en un momento de mareas vivas y no pueden salir por sí mismos del agua», detalla Nuria.

Las playas que registran más incidencias son las más grandes y frecuentadas, Riazor y Orzán. «En el Orzán es curioso que en el 2022, el 2023 y, ahora, el 2025, se contaron 97 intervenciones. El pasado año la cifra fue menor, con 60», dice Nuria, que pide precaución a los padres, especialmente a los que acuden con sus hijos a este arenal y a Riazor. «Vemos niños solos bañándose en la orilla o sentados jugando, también paseando con sus padres cuando hay mareas vivas, pero sin ir de la mano. No puede ser. Estas playas son engañosas, ya que en la orilla hay desniveles y, si la marea está subiendo, las olas arrastran con fuerza», detalla Nuria, que añade: «Hay muchos turistas que, por desconocimiento, permiten que los pequeños se bañen solos, es peligroso».

La socorrista también pone el foco en los mayores. «Ocurre algo similar, muchos dan paseos por la orilla y es traicionera. Pueden caerse y ser arrastrados por una ola», dice la profesional, que añade que este año las mareas vivas se dieron ya en julio. «Por ello, quizá, hubo más rescates. Normalmente se producen más adelante».

Lejos de las intervenciones mar adentro, las intervenciones más frecuentes se están produciendo en la arena. «Hemos atendido a 131 personas con cortes. Mucha gente va a las rocas sin chanclas y, claro, se hacen daño», dice Nuria, que también detalla que asistieron a otras 44 por heridas superficiales.

Sin casi escarapotes

En cuanto a los escarapotes, los bañistas pueden estar tranquilos. En lo que va de temporada se han producido 34 picaduras, una cifra que Nuria considera baja. «Es curioso porque en San Amaro, que era la playa donde más se producían hasta ahora, se ha pasado de 64, en el 2022; a 50, en el 2023 y a 13, en el 2024, mientras que ahora, se han dado solo 8 casos. Se creía que se concentraban en esa playa por el tipo de arena, pero, de momento, su presencia es escasa». De hecho, hasta la fecha esta especie ha actuado más en el Orzán, con 20 mordidas frente a las 9 del 2024.

Alerta en San Amaro por saltos de bañistas desde el mirador

La jefa de los socorristas coruñeses, Nuria Rodríguez, advierte del peligro de lanzarse al mar desde el mirador de San Amaro. «Avisamos continuamente, pero hay grupos de chavales que lo siguen haciendo. Incluso la Policía Local tuvo que precintar la zona para evitar estas zambullidas», dice la profesional.

Este práctica se repite cada verano a pesar de las reiteradas advertencias y de la prohibición vigente desde hace años. Por ello, la pasada campaña de verano los agentes llegaron incluso a sancionar con multas de 100 euros a algunos de los temerarios que se lanzaron desde la estructura de hormigón, que originalmente era utilizada para retirar piedra de la cantera existente en la zona. «Estamos cansados de avisar y un día va a ocurrir una desgracia», advierte Nuria.