Totes Konflikto: «A los organizadores del Flores Rock deberían proponerlos para la alcaldía»
A CORUÑA

Un clásico del punk coruñés que vuelve a los escenarios el próximo fin de semana tras siete años de silencio
01 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Fueron una de las bandas claves de la escena roquera de la ciudad. Un referente para un sinfín de grupos punk que surgieron en A Coruña después de ellos. Y, tras siete años desaparecidos de los escenarios, Konflikto regresa de la mejor manera posible: con un nuevo tema titulado Cosiendo los recuerdos, su correspondiente vídeo y, cómo no, con un concierto que ofrecerán este fin de semana en el Flores Rock, compartiendo cartel con Nashgul, Costas, Dirkschneider, Benito Kamelas y Soziedad Alkoholika, entre otros. «¡Y gratis!», insiste Totes (A Coruña, 1973), guitarra y voz de Konflikto.
—¿A qué se debieron esos siete años de silencio?
—A que eran muchos años de carretera en giras interminables y de estar muy pegados los unos a los otros. Nunca hubo ningún mal rollo, pero la cosa va quemando con el tiempo y necesitábamos hacer un parón. Pero el parón se fue alargando más y más...
—¿Y por qué vuelven precisamente ahora?
—Vimos que era el momento de darle una vuelta a Konflikto. Quizás ahora seamos una banda más madura. Nunca logré quitarme la espinita de tocar. Cuando lo dejas, al principio es una gozada. Tienes tiempo para la familia, haces cosas que nunca pensaste que podrías hacer... Pero llega un momento en que empieza a quemar la rutina... Así que vuelves a pensar continuamente en lo que has hecho toda la vida, que es tocar.
—¿Regresan los de siempre o hay cambios en la formación?
—Seguimos siendo Kukas a la batería y gaita, mi hermano Álex al bajo y Goar Iñurrieta a la guitarra.
—¿Cómo terminó una leyenda del punk como Goar Iñurrieta (ex Cicatriz) tocando en el grupo?
—Fue de la forma más tonta. Coincidimos en un concierto en el que él iba con su homenaje a Cicatriz. Nos hicimos amigos y, como teníamos que ir a Madrid a grabar en el estudio de Kosta Vázquez, de Boikot, le dijimos que si quería colaborar con nosotros en un tema, metiendo una guitarra. Vino a tocar, le gustó la canción, le gustó el grupo, una cosa llevó a la otra y acabó siendo el padrino de mi hijo [ríe]. Es algo increíble. Cuando éramos muy chavalillos intentamos localizar a los miembros de Cicatriz, para ver si había posibilidad de tocar con ellos. Y años después está Goar tocando con nosotros, y yo que todavía no me lo creo.
—Su regreso lo harán en el Flores Rock. Como volver a casa, ¿no?
—Es que mi hermano y yo somos de la zona. No exactamente del Barrio de las Flores, pero nuestro círculo de chavales iba desde el Castrillón hasta Elviña. Ahí nos criamos. Y siempre hemos tenido muchos amigos en el Barrio de las Flores. Es un barrio muy roquero. Para mí el Flores Rock es lo mejor que hay en Coruña y de lo mejor de España. Consiguen traer un cartel de lujo y, ojo, totalmente gratis. Que tú un cartel como el de este año lo llevas a cualquier lugar y es rompedor incluso pagando. Pero gratis... Y en un barrio, que esto no es el Noroeste, que podríamos hablar mucho de eso, por cierto [ríe]. Cosas así solo pasan en el Barrio de las Flores. A los organizadores del Flores Rock deberían proponerlos para la alcaldía de la ciudad [ríe].
—¿Costó volver a coger la guitarra en serio tras el parón?
—Al principio sí, había desconectado tanto que con algún tema tuve que preguntarle a Goar cómo era. ¡Y eso que lo había compuesto yo! Pero nos pusimos al día rápidamente.
—¿Habrá nuevo disco?
—La idea es ir soltando algunos temas sueltos, pero a mí me gusta el formato físico, tener un disco. Lo otro me parece tocar viento. Así que sacaremos varios singles y cuando tengamos temas suficientes iremos a por el disco. Y, si puede ser, en vinilo, que el cedé ya ha quedado para posavasos.
—Así que vuelven para quedarse.
—Esa es la idea. Pero no con la intensidad de antes, porque no queremos volver a quemarnos. Ya tenemos una edad y más responsabilidades, familias, trabajos... Tocaremos, pero administrándolo mejor, con más cabeza. Es que lo de antes era un ritmo muy bestia. Tocábamos el fin de semana en Sevilla y llegábamos el lunes justo para entrar a trabajar. Fue divertido, pero lo pagamos en horas de sueño.
«Nos han invitado a tocar en un festival en Polonia y nos gustaría volver a México»
A Totes lo de estar parado no le va. Tras estos años de silencio de Konflikto ha vuelto con energía suficiente para preparar un libro con trasfondo solidario en el que contará con autores del más variado pelaje: «Es un proyecto de poesía en el que participan un buen número de artistas de todos los géneros musicales, como Albertucho, Santi Santos (Los Limones), Lülu de Forraje, la gente de Vantroi, Rakel Winchester, Fer de Reincidentes, Juankar de Boikot y muchos otros. Será un audiolibro y parte de lo que genere se destinará a ayuda humanitaria en Gaza. Espero tenerlo listo cuanto antes, pero es un trabajo complejo», explica.
—Menciona a los mexicanos Vantroi. Konflikto llegó a cruzar varias veces el Atlántico.
—Hicimos tres giras por México, la última de un mes entero. Ya se nos estaba quedando el acento. A la vuelta solo pensábamos en comer jamón. Nos lo compramos en el aeropuerto a precio de sangre de unicornio, pero había muchas ganas [ríe]. La primera vez que fuimos, en el 2005, lo organicé yo con una gente de una radio de allí, pero fue ir a la aventura, a ver qué pasaba. Estas cosas o las haces así o te quedas en casa mirando a la pared. Nos plantamos allí y nos encontramos algo que parecía España en los ochenta, todos muy abiertos y pasionales, y mucho más salvajes. Nos fue tan bien que repetimos al año siguiente y al siguiente también. Pero esa tercera vez ya fue algo más serio, íbamos con una gira, el Azteka Rock que organizaban los de Vantroi. Y también tocamos en Costa Rica.
—¿Y volverán a hacerlo?
—Nos encantaría, eso es siempre un caramelo. Pero por ahora lo que nos ha surgido es ir a un festival en Polonia el verano que viene.