Sheila y José hicieron de su pasión un negocio de autocaravanas: «Empezamos camperizando nuestra propia furgoneta»

A CORUÑA CIUDAD

La pyme LamardeVan CamperWood, en A Coruña, está especializada en el mantenimiento y transformación de vehículos en autocaravanas

16 sep 2025 . Actualizado a las 10:58 h.

Conseguir el trabajo de tus sueños es difícil y, cuando ocurre, es casi un lujo. Eso le pasó a José Fernández y Sheila Hermida, vecinos de A Coruña, pareja y socios desde el 2022. Ese año fundaron LamardeVan CamperWood, un taller especializado en el mantenimiento de autocaravanas y la camperización de furgonetas, un servicio que cada vez tiene más demanda en España.

«La clave del aumento de las matriculaciones de autocaravanas en España se debe a que había una necesidad de igualar el parque móvil nacional con el de otros países vecinos, como Francia o Alemania», cuenta José. «Antes siempre escuchábamos la frase: “Ahí vienen los franceses con la roulotte”. Bueno, pues ahora los españoles estamos comprando rulots», añade.

A ellos, precisamente, les pasó algo similar hace ocho años. Después de que Sheila le comentara a José una tendencia que estaba empezando a ponerse de moda. «Oye, hay un movimiento nuevo que se llama Van Life. La gente mete unos colchones en las furgonetas, se va a la playa, duerme allí y se van de vacaciones», le dijo. Lo que parecía una simple conversación de sofá que terminó llevándolos hasta Asturias. «Fuimos hasta allí a comprar un antiguo furgón de reparto de Seur», afirma José. El estilo de vida que propone este fenómeno encajaba con ellos: tienen perro, él practica surf y a ella le encanta la playa.

El siguiente paso fue la camperización. Todo a nivel aficionado, en el garaje de casa. «Los comienzos fueron muy humildes, en nuestro galpón, encima del césped», recuerdan. Una dedicación que, además, compaginaban con sus respectivos trabajos: ella en un negocio familiar, una panadería, y él como marmolista. «Era salir de trabajar a las siete de la tarde, ir al garaje de casa y quedarme ahí hasta las diez, once o doce de la noche», dice Fernández.

Ese trabajo no terminó con la transformación de su furgoneta. Comenzaron a llegar los encargos de sus amigos y, después, solicitudes a través de redes sociales. Fue en ese momento cuando Sheila verbalizó el sueño: «No tenemos hipoteca, no tenemos hijos, así que vamos a intentarlo. Si sale mal, buscamos un trabajo, que no pasa nada, como la mayoría de los españoles, y al menos lo habremos intentado».

Hoy en día, el taller tiene lista de espera y se están centrando en el mantenimiento de autocaravanas y furgonetas cámper.

¿Cuánto cuesta una camperización?

Camperizar una furgoneta no es barato. Sheila explica que se pueden encontrar furgones de segunda mano de tamaño adecuado por unos 45.000 euros. A eso se suma el trabajo de LamardeVan CamperWood, que puede costar entre 25.000 y 30.000 euros, dependiendo de la autonomía que se quiera. «Esos precios se deben a instalación eléctricas de litio potentes, que permita usar aire acondicionado mientras estás en la playa, ser autosuficiente energéticamente y contar con placas solares suficientemente potentes para no depender de cámpings», explica Jose.

Estos precios desmienten la idea de que el caravaning es una opción de turismo más que irse a un hotel, con los precios en alza desde la salida del covid. «Si divides lo que cuesta una autocaravana entre los períodos vacacionales que vas a tener al año, prácticamente te puedes ir cada año a las Maldivas», confiesa José. La clave del éxito, dice, está en disfrutar de viajar de manera itinerante, libre y en contacto con la naturaleza, más que en ahorrar dinero.

No obstante, los que tienen un vehículo como esto guardan un secreto. «En lo que sí se gasta menos es que, con una autocaravana, puedes tener mini vacaciones cada fin de semana. Ahí sí que resulta más barato que costearte un hotel cada sábado y domingo». Es una práctica que Sheila y José intentan cumplir cada semana, y les funciona.