
Expertos de la Organización Meteorológica Mundial advierten de que, pese al enfriamiento, las temperaturas seguirán siendo superiores a la media en gran parte del mundo debido al cambio climático
04 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El fenómeno climático de La Niña, asociado normalmente a un enfriamiento de las temperaturas globales durante varios meses, podría comenzar a afectar al planeta a partir de este mes de septiembre, anunció la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Según las previsiones de la agencia especializada de Naciones Unidas publicadas este martes, existen un 55 % de posibilidades de que se entre en un período dominado por La Niña entre este mes y el de noviembre, un porcentaje que subiría al 60 % en el período octubre-diciembre.
La Niña, que se produce por una bajada de las temperaturas del agua en el océano Pacífico central y oriental, suele ir unida a cambios en la circulación atmosférica tropical, acompañados de viento y lluvia. El fenómeno opuesto, El Niño, está ligado a una subida de temperaturas, aunque los expertos no han observado éste desde el 2024, mientras que al menos desde marzo del 2025 persisten unas condiciones neutras (sin episodios de El Niño o La Niña).
La OMM advierte que, pese a las predicciones de enfriamiento de las temperaturas, rige un contexto de cambio climático causado por el hombre, lo que provoca que esas temperaturas seguirán siendo superiores a la media en gran parte del mundo, exacerbando los eventos meteorológicos extremos. Precisamente a causa del cambio climático, las aguas frías no emergieron este año en el golfo de Panamá por primera vez en 40 años. El fenómeno natural de surgencia, que ocurre anualmente, se ha detenido debido a un debilitamiento de los vientos alisios.
Es el hallazgo de científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, que destacan el impacto del clima en los procesos oceánicos fundamentales y en las comunidades costeras que dependen de ellos. La surgencia o afloramiento es un proceso que permite que las aguas frías y ricas en nutrientes de las profundidades del océano suban a la superficie.
Esta dinámica sustenta la pesca altamente productiva y ayuda a proteger los arrecifes de coral del estrés térmico. Gracias a este movimiento de agua, el mar a lo largo de las playas del Pacífico panameño se mantiene más fresco durante su temporada estival. Como resultado de la ausencia de este fenómeno, se redujeron los descensos de temperatura y los picos de productividad típicos de esta época del año.