En su último día de servicio, los compañeros de José Luis Costoya le dijeron que una gaviota se había colado en el Ayuntamiento y, cuando llegó a lo alto, se encontró a la alcaldesa con un ramo de flores y un ave de peluche
16 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Sonó la alarma en el parque de bomberos. La que revienta los tímpanos cuando se produce una emergencia. «Hay una gaviota que se ha colado en un despacho en el Ayuntamiento», anunciaron. José Luis Costoya, al que todos llaman Goyo desde que era un niño, salió en un camión con sus compañeros dispuesto a prestar su último servicio porque hoy a las 9 de la mañana ya es jubilado oficial. Todos sabían que le iba a tocar a él. En realidad, no había ningún ave atrapada, sino que fue una falsa alarma preparada por los otros bomberos.
«Normalmente las despedidas por jubilación son en el parque, donde hacemos un pasillo al nuevo pensionista. Pero Goyo es especial y por eso surgió esta idea de hacer algo diferente y de lo que no hay precedentes. Además, hace un mes pidió ir él a rescatar a una gaviota que se había quedado atrapada en un tejado en Monte Alto y por ese motivo se nos ocurrió el tema», destaca el jefe de Bomberos, Carlos García Touriñán.
Lo subieron en el cesto hasta el balcón municipal y allí lo esperaba la alcaldesa con un ramo de flores y una gaviota de peluche. Goyo entró hace 35 años en el cuerpo formando parte de la primera promoción de buceadores. 35 años después se despidió en lo alto del palacio municipal y con una falsa alarma que recordará para siempre. Después volvió al parque y fue aclamado por los compañeros, que lo echarán de menos.