Mirada infantil y asombro sin fin en un Galicia Ilusiona repleto de magia

Tamara Rivas Núñez
t. rivas A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El mago francés David Burlet, con ocho platos girando sobre varillas, este viernes en el Teatro Colón
El mago francés David Burlet, con ocho platos girando sobre varillas, este viernes en el Teatro Colón Eduardo Pérez

La cuarta edición del festival se cerró con un lleno absoluto en el Colón

18 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la ilusión y el asombro se pudiese medir en los ojos de los niños y los padres que disfrutaron de la magia del festival Galicia Ilusiona, cualquier escala imaginable se hubiese quedado pequeña. «¿Cómo pudo desaparecer dentro de ese ascensor y aparecer ahí, en medio del público? ¡Es increíble!», exclamaba una pequeña, todavía ojiplática, a la salida de la última de las cuatro funciones que reunieron en el Teatro Colón entre ayer y anteayer a algunos de los mejores magos del mundo. La fuerza visual de la Compañía Mag Edgar, especialista en grandes ilusiones de alto impacto que recibió el premio FISM Turín 2025 al mejor espectáculo mundial, cautivó y consiguió lo que el show pretendía, que el público volviera a mirar con ojos de niño todo lo que allí sucedía. Y así lo hizo. Con el paso del tiempo como hilo conductor, los artistas aparecieron y desaparecieron para asombro de todos sin más explicación plausible que la de que la magia sí existe.

Con humor perspicaz, apto para mayores y pequeños, el mago Murphy ejerció de maestro de ceremonias y evitó que el público se enfriara entre actuaciones. Fue la elegancia del mago coreano Simei la responsable de captar la atención de los presentes desde el principio. Con movimientos sutiles, diferentes abanicos menguaron y aumentaron de tamaño en sus manos con una técnica depurada y sutil. Con el francés David Burlet, las risas y los malabares se dieron cita en el escenario sin que, a pesar de su torpeza forzada, ninguno de los ocho platos que giraron sin parar sobre otras tantas varillas terminasen hechos añicos. Eso sí, más de una vez se contuvo la respiración en el ambiente. La magia de cerca en la cuarta edición del festival corrió a cargo del lucense Nacho Semana, que con la rapidez de sus manos fue destapando cartas de la baraja coincidiendo con las letras de las canciones que resonaban en el Colón.

Y así, entre risas, misterio y aplausos la magia quedó suspendida en el aire al cierre del festival Galicia Ilusiona que por cuarto año volvió a cumplir con su cometido, recordar que la verdadera magia no está en los trucos, sino en la mirada con la que se observa.