La ampliación de Alfonso Molina es la única en marcha aunque previsiblemente se retrasará. La cuarta ronda, el proyecto de A Pasaxe y el Vial 18 están todavía en fase de redacción, mientras que el reinicio de la Vía Ártabra apunta al 2027. ANÁLISIS: La movilidad del área es insostenible
26 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La extensa superficie de mar que abraza a la ciudad en buena parte de su territorio hace que la entrada y salida de la urbe esté condicionada en términos de transporte por su ubicación. La cuestión se complica todavía más cuando las mejoras en los accesos existentes y los que solo están sobre el papel acumulan decenios de retraso. Una dilación que se acentúa con la cada vez mayor cantidad de flujos circulatorios entre la urbe y su área metropolitana. De las siete principales infraestructuras —Alfonso Molina, A Pasaxe, la tercera y la cuarta ronda, el Vial 18, la AP-9 y la Vía Ártabra—, solo la primera se encuentra en obras, mientras que los progresos en el resto se caracterizan por estar todavía en la parte administrativa en los casos en que existen proyectos de mejora.
ALFONSO MOLINA
Más de un año de trabajos sin entrar en las principales actuaciones. En enero del año pasado empezaron las obras de mejora de la capacidad de Alfonso Molina con un presupuesto de 18,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses, aunque la conclusión se irá, previsiblemente, al segundo semestre del 2026 En los últimos años de la década de los 90 ya había llamamientos a adaptar esta arteria a las necesidades del tráfico y acabar con las kilométricas retenciones que se producen incluso cuando solo hay un pequeño alcance. Está en marcha la segunda fase tras la instalación de la pasarela peatonal de Pedralonga y hace 18 meses se aprobó la tercera, que incluye las sendas peatonales y ciclistas en los márgenes, denominada integración ambiental. La obra en superficie empezó hace 10 meses, pero por el momento no se entró o profundizó en las cuestiones más destacadas, como la ampliación de un carril por sentido, el nuevo enlace para conectar con San Cristóbal, las conexiones con Matogrande y García Sabell, o la diferenciación de carriles que habrá viniendo de A Pasaxe y en la salida de la AP-9. Esta semana hubo algún corte puntual en Agra do Foxo, la carretera que lleva a los Maristas. Mientras, del 28 al 30 de octubre y del 4 al 7 de noviembre se cortará el enlace que une la avenida de San Cristóbal con Alfonso Molina a la altura del campo de fútbol de Elviña.
A PASAXE
Sin noticias 16 meses después de la apertura del cruce del Sol y Mar. La inauguración del paso subterráneo en Perillo para mejorar el tráfico de entrada y salida al otro la do de la ría debería haber tenido como continuación la ampliación del puente de A Pasaxe, actuación que se dividirá en dos fases. La primera, con un coste estimado de 31,3 millones de euros, consiste en crear una estructura paralela a la actual aumentando los seis carriles actuales a ocho y creando corredores ciclistas y peatonales. Desde el Gobierno central explicaron que sigue «en redacción», por lo que el inicio de las obras todavía está lejano al ser necesario finalizar este trámite y luego licitar las obras, además de dotarlas presupuestariamente. En 1974, un año antes de que entrase en funcionamiento el primer tramo, ya se alertó de que sería insuficiente con el diseño proyectado. Y lo sigue siendo.
CUARTA RONDA
Un alivio para los polígonos. El primer tramo de la tercera ronda abrió en el 2015, pero nueve años antes ya se hablaba de la cuarta ronda para conectarla con la carretera de acceso al puerto exterior. En el 2008 empezó el estudio informativo y, durante mucho tiempo, esta infraestructura permaneció en el olvido. En el primer mandato de Inés Rey se rescató este proyecto, cuyo trazado también está «en redacción» con un plazo que finalizará en febrero. Tendrá una longitud de 2,91 kilómetros y tendrá accesos a los polígonos de Pocomaco, A Grela y Vío. Es especialmente importante para este último, con decenas de miles de metros cuadrados de suelo industrial disponibles por no contar con buenas comunicaciones, ya que el único acceso es a través de Pocomaco. Se le calcula un coste de 21,7 millones de euros y tendrá un carril por sentido.
El vial 18
El último con novedades. Como los dos anteriores está en fase de redacción tras superar trámites ambientales. Después de valorar varias alternativas se escogió una a través de A Zapateira con una longitud 2, 1 kilómetros entre el enlace de la avenida de Nueva York con la tercera ronda y la autopista a la altura de A Corveira, todavía en Culleredo. Discurrirá en superficie salvo un pequeño tramo de falso túnel de 140 metros de longitud. El proyecto cuenta con una inversión estimada de 25,3 millones de euros y su función será la de descongestionar Alfonso Molina absorbiendo parte del tráfico que entra y sale de la ciudad por la autopista.
LA VÍA ÁRTABRA
En obras desde el 2009 y paralizada desde el 2022 por sentencias judiciales. En el 2013 se inauguró el tramo entre Meirás (Sada) e Iñás (Oleiros), donde enlaza con la N-VI y en el 2017 se completó la prolongación hasta Lorbé. Dos años después se retomó la obra con el inicio del tramo entre Iñás y la AP-9, aunque en el 2021 se paralizó tras descubrirse una línea de gas y de media tensión. Con las máquinas todavía paradas, en marzo del 2022 se publicaron dos sentencias del TSXG contrarias al proyecto, para el que Cambre insiste en que la unión con la AP-9 sea en Catro Camiños y no en A Gándara. La Xunta, que incluyó en sus Presupuestos para el 2026 una partida de 5 millones de euros, 10 en el 2027 y 15 para el 2028. Antes de que vuelvan los trabajos será necesario progresar en la parte administrativa, por lo que el reinicio no se prevé antes del 2027.
SANTIAGO Y VIGO
Los casos de la autopista en la circunvalación y el puente de Rande. Otras ciudades de Galicia recibieron mejoras en sus accesos, como Vigo y Santiago, en sus tramos de la AP-9. En la primera, se creó un carril más en cada sentido en el puente de Rande, mientras que en Compostela aumentaron a ocho entre San Lázaro y Milladoiro, se creó una conexión entre la AP-?9 y la autovía a Lugo, que también presta servicio al aeropuerto. En A Coruña, el acceso principal a la ciudad por la AP-9 se sigue haciendo por dos carriles, con reducción a 90 por hora ya en A Barcala.