Sentencia contra la CIG por mentir sobre el despido de Ibrahima y N'Diaye

T. Silva BETANZOS / LA VOZ

A CORUÑA

Ibrahima Diack (con gorra) y Magatte N'Diaye, durante su etapa en Puertas Betanzos.
Ibrahima Diack (con gorra) y Magatte N'Diaye, durante su etapa en Puertas Betanzos. MARCOS MÍGUEZ

Los senegaleses que socorrieron a Samuel Luiz trabajaban en Puertas Betanzos, acusada por el sindicato de echarlos por querer irse de vacaciones

01 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal de Instancia de Betanzos ha condenado a la Confederación Intersindical Galega (CIG) por la intromisión ilegítima en el derecho al honor a la empresa Puertas Betanzos. Esta firma había contratado a Ibrahima Diack y Magatte N'Diaye, los dos senegaleses que defendieron a Samuel Luiz en la paliza que acabó con su vida en A Coruña, un acto por el que fueron nombrados hijos adoptivos de la ciudad.

El empresario contrató a ambos para su planta de Oza-Cesuras y la relación contractual terminó a finales del 2022. La CIG emitió entonces un comunicado acusando a la empresa de obligarles a hacer más horas que al resto de trabajadores y de despedirlos por marcharse de vacaciones a su país. «Un día antes de saír os voos, dende a empresa trataron de convencelos para que renunciaran ás vacacións, algo ao que estes se negaron para emprender, en efecto, a viaxe prevista durante as súas vacacións pendentes. En represalia, ese mesmo día foron despedidos con cadansúa carta por "causas económicas", sendo substituídos de inmediato nos seus postos por novos operarios, e non aboándolles nin sequera a indemnización nin a liquidación salarial», indicaron desde el sindicato.

Pero la empresa denunció a la CIG por difundir acusaciones falsas. Y en el juicio celebrado en Betanzos se desmoronaron buena parte de los argumentos del sindicato, incluso por los propios testimonios de Ibrahima y N'Diaye. «Los trabajadores que fueron despedidos no indicaron al responsable de la CIG lo recogido en la nota de prensa, no sabían el motivo del despido y por lo tanto no lo asocian a las vacaciones de forma inequívoca, no fueron forzados a renunciar a las vacaciones y no sabían la causa del despido», recoge la sentencia. De lo que sí se quejaban es que hacían más horas que sus compañeros, que tenían problemas para trasladarse al trabajo, pero no criticaron el salario, ni la indemnización ni la liquidación salarial. Apuntan que tras el despido les llegó un dinero pero desconocen «si era el finiquito o no».

Durante el juicio la empresa probó la falta de veracidad de la nota de prensa, ya que fue la propia compañía la que adquirió los billetes, a lo que se añade la circunstancia de que Puertas Betanzos «cierra durante esas fechas para dar vacaciones a todos sus trabajadores».

Con todo ello, el juez aprecia la existencia de una vulneración al derecho al honor con respecto a la nota de prensa de la CIG publicada en diferentes medios. «No concurre el elemento de veracidad de la información y no puede afirmarse que exista algún error, salvo la duración de la jornada laboral», reza el fallo.

La indemnización, a una oenegé

Puertas Betanzos había solicitado una indemnización de 12.000 euros, que el tribunal deja en 3.000, considerándola igualmente importante y no simbólica. Y obliga a la CIG a hacer pública la sentencia a través de su página web. Concluido el plazo de apelación, el sindicato no hizo uso de este y la sentencia es firme. Puertas Betanzos anunció que donará los 3.000 euros a una oenegé.