Tras una completa reforma, la mítica cafetería de la plaza de Vigo reabre el jueves convertida en una taberna castiza que mantendrá la cocina abierta de 12 de la mañana a 12 de la noche
08 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Ya está lleno antes de abrir. La gente se para a ver, a asomarse por sus ventanales, y los comentarios son de admiración. La cafetería Oslo, ahora convertida en taberna castiza, asombra a todo el mundo a pesar de que todavía no abrió. Esta semana colocaron el rótulo con el nombre de siempre, los toldos, los depósitos de la cerveza de bodega... «Hay una expectación tremenda. No contaba con tanto y ahora me doy cuenta del gran vínculo que tienen los coruñeses con esta esquina. Yo mismo, que de pequeño jugaba en la plaza de Vigo, tengo grabado este cartel. Y me acuerdo de ir con mi padre...», recuerda emocionado Yago Carreira Bonjoch. Con su mujer, Isabel Franco, reabrirán el Oslo el próximo jueves con una cocina operativa de doce de la mañana a doce de la noche para poder picar algo a cualquier hora. Huevos rotos, platos de cuchara, presa, pluma o secreto ibérico de Castro y González, de Guijuelo... «Todos son platos tradicionales e identificables. Apostamos por la calidad como en Bocatín», destaca Yago, que también está al frente de este otro clásico de Alfredo Vicenti. Habla maravillas de Óscar Santomé, que llevó el proyecto de decoración, y de la empresa que hizo la reforma, Buñaco. «Mantenemos la esencia clásica con un ambiente renovado», resume. Pero hay mucho más. El local es un localazo, como dice el artista Héctor Francesch, que también está presente en el bajo. El Oslo es el estreno del año.