Bastiagueiro busca la dosis ideal de entrenamiento para una mejor menopausia: «El ejercicio de fuerza también es para mujeres adultas y mayores»

m. otero OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

INEF.Los docentes de la facultad de la UDC en Bastiagueiro, Eliseo Iglesias y Jéssica Rial, responsables de la investigación
Los docentes de la facultad de la UDC en Bastiagueiro, Eliseo Iglesias y Jéssica Rial, responsables de la investigación CESAR QUIAN

Estudian con medio centenar de voluntarias del área cómo mejorar la salud en esta etapa

12 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El proyecto parte de una realidad evidente: la menopausia conlleva cambios hormonales bruscos que aumentan el riesgo de pérdida muscular, la osteoporosis o las enfermedades cardiovasculares. En este contexto, el ejercicio de fuerza, de las pesas a las máquinas, puede ser un potente contrapeso, ayudando a preservar la salud y el bienestar. Esta es la tesis de la investigación que dirigen los profesores Jéssica Rial y Eliseo Iglesias desde la Facultade de Ciencias do Deporte de la Universidade da Coruña (UDC) en Bastiagueiro, y en el que han colaborado medio centenar de vecinas del área.

«Buscamos voluntarias, tenían que ser mujeres que llevasen, al menos, 12 meses sin menstruación. Las reclutamos de los centros deportivos del área, de Culleredo u Oleiros. La respuesta fue muy amplia, llamaron más de cien», destaca la docente Jéssica Rial. Su compañero, Eliseo Iglesias, precisa, «queremos definir la dosis óptima de entrenamiento, evitando tanto el exceso como la insuficiencia de esfuerzo».

«Necesitábamos mujeres que tuvieran ya cierta actividad física diaria. Porque si coges a una persona que no ha hecho nada, cualquier cosa que le metas a mayores va a suponer un cambio de una magnitud mayor», explica Eliseo Iglesias.

El proyecto CARE está financiado por el Ministerio de Ciencia. De la primera fase, en la que contaron con la participación de medio centenar de mujeres de entre 55 y 65 años, están extrayendo las conclusiones.

Consistió en analizar los efectos del ejercicio de fuerza con distintos niveles de esfuerzo, observando que las rutinas menos exigentes generan menor estrés cardiovascular y metabólico inmediato. En una segunda ronda, de 12 meses de intervención, se compararon programas de esfuerzo corto y largo: los primeros parecen favorecer más la fuerza y la potencia muscular; los segundos podrían aportar mayores beneficios cardiovasculares.

«Las participantes destacaron mejoras notables en su vida diaria», comenta Eliseo Iglesias, que recuerda: «El veneno está en la dosis». «Promovemos el mensaje de que el ejercicio de fuerza también es para mujeres adultas y mayores, y constituye una auténtica herramienta preventiva y terapéutica»», defiende Jéssica.

Acaban de recibir una buena noticia. Les han confirmado financiación para una segunda vuelta, donde combinarán la fuerza con el ejercicio aeróbico, como la bici. Así precisarán la cantidad y la estructura de los entrenamientos concurrentes que optimicen la condición física, la salud cardiovascular y metabólica en una etapa vital que reivindica su protagonismo.