El rescate que evitó la tragedia en Santa Cristina, en Oleiros: «Menos mal que pasaba por ahí»

P. Portabales / C. P. G. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Roberto Lage rescató a un piragüista que había sido arrastrado por la corriente en Santa Cristina
Roberto Lage rescató a un piragüista que había sido arrastrado por la corriente en Santa Cristina Marcos Míguez

Roberto Lage salvó a un joven que había sido arrastrado por la corriente con su kayak este martes por la tarde y al que los equipos de emergencia buscaban en otra zona

19 nov 2025 . Actualizado a las 17:21 h.

La fortuna sonrió este martes a un joven piragüista que paleaba cerca de la playa de Santa Cristina. La noche y la corriente lo sorprendieron a él y a un compañero adentrados en la ría. Con angustia se vieron arrastrados y atrapados, incapaces de regresar a tierra por sus propios medios y sin nadie alrededor al que pedir auxilio. No obstante, después de un tiempo de lucha contra los elementos, uno de los dos navegantes consiguió alcanzar la costa y dar la voz de alarma para rescatar a su compañero, que aún permanecía en el agua. Los servicios de emergencias se movilizaron enseguida, pero fue la actuación de un particular lo que acabaría salvando la vida del joven.

Roberto Lage se encontraba en el entorno haciendo wingfoil, una modalidad de windsurf en la que la tabla se eleva por encima del agua. «somos los que volamos por encima del agua», resumía Lage durante una entrevista con el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. Cuando ya se preparaba para terminar su sesión, oyó unos débiles gritos. Alguien pedía ayuda. Fue entonces cuando consiguió encontrar al muchacho que había caído de su kayak y no conseguía volver a subir debido al shock, a la paralización por el frío y a la fuerte corriente. «Ya era bastante tarde, cerca del anochecer. Me acerqué a una zona donde estaba el piragüista que no conseguía volver a subir a su kayak. Estaba en shock y agarrado a la embarcación, paralizado por la corriente. Él, por lo que vi, sabe practicar perfectamente ese deporte, pero se encontró con unas malas condiciones y se puso nervioso», explica.

Siguiendo los protocolos de actuación al dedillo, Lage puso en práctica su experiencia en los deportes marítimos para salvar una vida. «Lo principal es no acercarse mucho a la persona que está en peligro porque por instinto de supervivencia se puede agarrar a ti y entonces se complica la situación. Yo intentaba tranquilizarlo diciendo que ya estábamos muy cerca y haciéndole preguntas sencillas. Él estaba preocupado por su amigo, que sí había conseguido salir por su propio pie y fue el que dio la voz de alarma».

La tragedia evitada

La rápida actuación resultó determinante para evitar una situación que podría haber sido muchísimo más grave. Ya en el momento de alcanzar de nuevo la orilla, el chico mostraba claros síntomas de hipotermia, y la búsqueda del operativo de emergencias se estaba centrando en una zona que estaba algo alejada del punto al que la corriente lo había arrastrado. «Estaba en posición fetal encima de la tabla, no se podía ni mover. Los de salvamento marítimo me dijeron que menos mal que pasaba por ahí porque podría haber acabado en tragedia», rememora Lage.

Incluso en estos momentos de tensión y peligro, el rescatador recuerda con cariño el hecho de que el chico expresara su deseo de seguir haciendo kayak en el futuro. «Me gustó mucho que fuera repitiendo que esperaba que sus padres no lo castigaran sin hacer piragüismo, porque es un chico al que le encanta el mar y al que le encanta este deporte. Vivimos en una ciudad con muchísima suerte donde se puede navegar todo el año. Por eso es fundamental tener en cuenta la seguridad, llevar el móvil, un silbato o algo para avisar en caso de emergencia», concluyó Lage. Un civil que ayer vistió los hábitos de héroe y consiguió salvar una vida con saber hacer y tranquilidad.