Amusko, perfume y cosmética de autor en A Coruña

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

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MARCOS MÍGUEZ

David Gigirey está detrás de esta pequeña perfumería para viajar a través de catas aromáticas y encontrar el olor que mejor encaje con cada persona

06 may 2021 . Actualizado a las 19:59 h.

Olores que transportan a momentos diferentes. Los dos piden un tiempo de reposo, para conocerlos y mimarlos. «El vestuario y los olores son parte de nuestra personalidad». David Gigirey es la nariz de oro de los perfumes en A Coruña: en Amusko, su pequeña perfumería de firmas de autor del número 9 de la calle Betanzos, invita a todos los que entran por la puerta a disfrutar de los aromas, a sentarse en uno de sus taburetes altos y realizar una cata olfativa: «Si no nos vestimos como todo el mundo, ¿por qué vamos a oler como el resto?».

MARCOS MÍGUEZ

Este coruñés siempre estuvo vinculado al mundo de la cosmética, en especial con la firma Kevyn Aucoin, que ahora se puede encontrar en su tienda. Positivo y con ganas de dar a conocer la cosmética nicho, esa que «no se encuentra en los canales habituales de distribución», explica el concepto de Amusko: “«Son productos hechos por pequeños artesanos de la cosmética y de la perfumería. Por ejemplo, se hacen lotes de no más de 500 unidades. Además, una de sus características es que trabajan con ingredientes reales». La diferencia con la cosmética de masas «es que las marcas no se gastan el dinero en publicidad, sino en principios activos». «La gente que llega a la cosmética nicho es porque está cansada de gastarse 70 euros en un perfume simplemente porque lo anuncia Angelina Jolie. Aquí lo que buscan es un Chipre o un fougère, que son dos de las familias olfativas».

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Su cosmética y perfumes se realiza en pequeños talleres de EEUU, Francia, Italia, España, Bélgica u Oriente Medio y, además de en pequeñas perfumerías nicho como Amusko, pueden encontrarse en tiendas tan icónicas como Harrods. Para David lo más importante en Amusko no es despachar, «sino que la gente que venga disfrute de la experiencia». «Puedo estar treinta minutos o todo el tiempo que sea necesario con cada persona. Siempre que viene alguien le digo: relájate, disfruta y vamos a hacer una cata». Se trata de ir probando diferentes perfumes para «abrir la capacidad olfativa de cada persona». «Siempre les pregunto si les gustan dulces o secos, porque ya es el 50% de los perfumes; y después qué familia aromática les gusta: si prefieren cítricos, amaderados, florales o herbales». Hay perfumes cálidos y fríos; perfumes que puede llevar hasta sílex u ozono. «Y ninguno está fijado con alcohol, así que no te cansas de olerlo. Es como estar en un campo de naranjos, nunca te saturas de ese olor».

MARCOS MÍGUEZ