Ángela y David, los creadores del local de «brunch» y desayunos de Zalaeta, abren un segundo espacio para meriendas con el mismo espíritu del primero: muebles reciclados, tartas y zumos caseros y una oferta de «leria» para primera hora de la noche
09 feb 2022 . Actualizado a las 13:56 h.«Nos gustaba mucho esta plaza, que estaba un poco olvidada y en la que se podían hacer muchas cosas». Unas ventanas verdes antiguas dan la bienvenida al Ático de Miss Maruja, en el número 3 de la calle de Argudín Bolívar, en la plaza de Fuente Luisa. En esta pequeña placita, muy cerca de Zalaeta, Ángela León y David Barbeito decidieron dar un pasito más y abrir un hermano de Miss Maruja, el local con el que revolucionaron el concepto de los desayunos y el brunch hace ocho años en A Coruña. El nuevo espacio funciona por la tarde, por ahora de miércoles a domingo a partir de las cuatro, y está pensado para merendar y para disfrutar de la primera hora por la noche. Su idea es ir creciendo y convertirlo también en un lugar dónde quedar para tomar el vermú o disfrutar de un brunch los fines de semana, pero diferente al de Miss Maruja.
«Nuestro lema es ‘coffee, leria and more' y es ese concepto de leria el que queremos aplicar aquí. Que este sea un local un poco más de guasería», explica Ángela. Dentro, el espacio mantiene la esencia de su hermano mayor. «Tiene esa parte tan de abuela como Miss Maruja, todo lo que hay en el local es vintage y reciclado. Aquí le damos una segunda oportunidad a los muebles. Cualquier mesa o lámpara es recuperada. Por ejemplo, hay unas mesas que son las contras de una ventana que encontramos en un faiado en Lugo. O una mesa que recuperamos en un molino antiguo». El Ático de Miss Maruja es más pequeñito y la terraza de la placita lo convierte en algo familiar.
En la carta estarán algunos de los tops de Miss Maruja, como la tarta de zanahoria o las tostadas de aguacate y huevo. También va a haber «copeteo y algo de nuestra línea de coctelería». Ángela cuenta que empezaron despacito y que este es un proyecto que irá creciendo en el 2022, con otras opciones que ahora no ofrecen en Miss Maruja y también con actividades como música. Echando la vista atrás, Ángela recuerda cuando abrieron su primer local hace ocho años: «Era muy raro que alguien tuviese carrot cake y que dejasen entrar a los perros dentro del local. Recuerdo que al principio nos llevábamos las tartas para casa. Ahora hay días que no nos da para hacer más tartas». Y ese cariño traducido en repostería es el que confían en dar y recibir en el nuevo Ático de Miss Maruja.