Barre y mar, clases de barre al lado de la playa de Santa Cristina

Patricia García Lema
Patricia García A CORUNA

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Marta en su espacio de barre en Nacosta
Marta en su espacio de barre en Nacosta

Marta Bellón se encarga de impartir esta disciplina en Nanacosta, la escuela de paddle surf de Santa Cristina, en la que se combinan las clases de barre con los deportes de agua

10 may 2025 . Actualizado a las 11:08 h.

Lleva bailando toda la vida. «Hago ballet desde los cinco años», cuenta Marta Bellón. Empezó primero en el conservatorio de danza de Lugo. «Estuve hasta segundo de Bachillerato y después me fui a Madrid donde me formé más en contemporáneo y baile moderno», recuerda. De regreso ya en A Coruña, Marta siguió bailando y entrenando: «Iba a clases de entrenamiento funcional, pero no me llenaban». Hasta que un día descubrió las clases de barre: la disciplina que combina en una clase ballet con pilates, fitness y yoga. «Me enamoré de barre y justo surgió el proyecto de Nacosta, que es la escuela de paddle surf de Guille, mi pareja. Así que decidí formarme y convertirme en instructora», explica Marta, a punto de empezar una de sus clases de barre en el local que comparte con Nacosta en la avenida de Santa Cristina, y que también comparte a través de su perfil de Instagram: Barre y mar.

En el local conviven las tablas de paddle surf con las barras para practicar barre. Marta cuenta los beneficios del ejercicio que imparte y que se ha puesto de moda en los últimos meses: «Es una disciplina muy completa porque mezcla ballet, pilates y fitness. Además, en mis clases siempre termino con un poco de yoga». Cuenta que las clases son muy dinámicas: «Haces que desconectes mucho porque tienes que estar muy concentrada en la clase. Además, tonificas, mejoras resistencia, equilibrio, postura y movilidad». Una parte fundamental de barre es la música que acompaña las clases, que Marta se encarga de seleccionar para cada sesión: «La música siempre acompaña a los ejercicios y eso es muy divertido y motiva mucho».

Cuenta que las clases son aptas para todas las personas: «No es un ejercicio agresivo. Trabajas mucho, pero a bajo impacto». Y entre las fans de estas clases (hay más chicas que chicos) tiene alumnas de todas las edades. «Hay gente desde 20 a 60. Y se nota mucho el avance en las personas que ya llevan varios meses viniendo». Marta cuenta que en Nacosta están dando forma a nuevas clases que mezclen ejercicios de pilates con el paddle surf para llevar también esta práctica al agua.