El esplendoroso final atlántico del río Arteixo tras cruzar un valle con encanto

CRISTÓBAL RAMÍREZ

ARTEIXO

MARCOS MÍGUEZ

Una excursión que muestra cómo el hombre ha ido modificando el territorio

15 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras el nacimiento en Boedo (Culleredo) y discurrir por un valle realmente bonito, estrecho y no muy modificado por la acción humana, el río Bolaños o Arteixo va a tener como compañeras a numerosas viviendas unifamiliares formando o sin formar núcleo. El punto de partida de una excursión que muestra cómo el hombre ha ido modificando el territorio es el kilómetro 6 de la DP-0511, con una bonita braña a la derecha.

La carretera es buena, no muy ancha y bien señalizada. Hay que ir despacio para ver un magnífico y gran hórreo abandonado, entre casas, otro antes del kilómetro 7, un tercero de madera a la izquierda y, aquí y allá, casas rehabilitadas con la piedra de sus muros a la vista. Troitín, Quintán y A Rocheira son topónimos que se harán familiares.

En As Casas Novas llama la atención un buen edificio noble con entrada de 1778 y buena muralla de las que se levantaban antes y un hórreo muy bien rehabilitado de madera a la izquierda. Un desvío muy estrecho a la derecha es todo un desafío para los ciclistas y para quienes hagan el recorrido andando. No solo es más seguro, sino que marchará por la parte más baja del valle y, por lo tanto, más cerca del río que quien elija continuar en coche por Atín. Claro que se perderá la vista de un pazo con su enorme chimenea y su escudo, en Allán, justo después de otra gran casa con hórreo de madera que denota los buenos cuidados que sin duda recibe.

En cualquier caso, desde Allán es buena idea descender para encontrar la pista anterior, dejando un lavadero a la diestra y plantándose en el río, tras dejar a la espalda más casas de piedra que llaman la atención porque dicen en su lenguaje mudo que estas tierras fueron muy productivas.

De vuelta a la DP-0511, el paisaje se va a transformar. Estos son los aledaños de Arteixo, y cogiendo el desvío a A Queira (señalizado) se llega al comienzo del estupendo paseo fluvial que introduce al caminante en el núcleo urbano.

Como es lógico, ese tramo por calles pierde encanto. No lo tiene tampoco el recorrido por el polígono industrial, porque ningún polígono industrial destila belleza. Sin embargo, hay que detenerse ante una obra de sobresaliente como es el medieval Ponte dos Brozos, que en origen todo apunta a que formaba parte de una vía romana. El paseo está sufriendo —en el buen sentido— un lifting más allá, obras que sin duda lo mejorarán. Así que hay que sortearlo para llegar hasta la playa. Porque el Arteixo desemboca en el lado izquierdo de un arenal. Sin entrar en la cercanía del polígono, la imagen en sí con el río muriendo en el Atlántico es de notable. Y como haya puesta de sol, de sobresaliente.

INICIO

43º16’21”N 8º28’40”W.

LA FOTO MÁS PERSONAL

En la desembocadura.

EL DESAFÍO

Hacer el recorrido en bicicleta.

MAPA RECOMENDADO

Instituto Geográfico Nacional 45-I.