Pronto cumplirá tres años en Galicia, donde encontró la tranquilidad que perdió en Buenos Aries. La polifacética artista vende sus creaciones con su sello Mar de Cores
08 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En la Feira de Oportunidades de Arteixo, este fin de semana brilla un puesto lleno de colores junto a la sonrisa de Marile, María Elena González Arca, una artista inclasificable de 42 años que, además de mil cursos y experiencias docentes, considera que la maternidad y su condición de emigrante también la han forjado en su desarrollo profesional.
Llegó de Argentina hace tres años. «Buscaba un lugar para estar tranquilos, para mis hijos (dos chicas y un niño), con tanta inseguridad que había en Buenos Aires», relata. Decidió Galicia por sus ancestros. «Mi bisabuela era de Lugo, y mi abuela paterna, de un pueblecito del Bierzo casi fronterizo con Galicia», relata Marile.
—¿Y por qué Arteixo?
—Porque aquí hay una comunidad argentina importante y también porque quería intentar hacer unas prácticas en Inditex, pero no lo conseguí.
Será lo único que no ha logrado, porque Marile se ha multiplicado como monitora por colegios, donde diseña grandes murales, también organiza campamentos al aire libre («pedagogía de bosques») donde fusiona el amor por la naturaleza y el arte, unas clases inolvidables para sus alumnos. La realización de un curso de educación ambiental le hizo dar un nuevo enfoque a su trabajo. También hace cuentacuentos ayudada de una maleta con la que ilustra su condición de emigrante. Su nombre comercial es Mar de Cores, «porque mi nombre empieza por mar, que representa la fuerza y la energía, todos somos una gota de ese mar».
No puede transmitir más felicidad por el lugar elegido. «Fue muy loco lo de venir de Argentina a Arteixo, pero este es un lugar lindo, con mar y verde, Galicia Calidade... Aquí he entrado en conexión con mucha gente a través de las tiendas de cercanía, tengo muchos amigos», relata Marile, quien también es diseñadora textil e ilustradora, entre otras muchas facetas.