La voz del «Desfile de estrellas» hace mutis con un manto de cariño

Rodri GArcía A CORUÑA / LA VOZ

BERGONDO

La locutora y actriz, fue pionera de la radio en una ciudad «con la que siempre estuvo muy implicada», destaca su hija

16 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Una buena profesional y una gran persona, todo el mundo la quería». Es el resumen de la vida de Marina de la Peña Novás. Lo hacía, entre las inevitables lágrimas, su hija Marina, la mayor de los cuatro hermanos. La que desde 1955 hasta 1994 fue una de las voces emblemáticas de Radio Nacional de España era enterrada ayer en el cementerio de San Juan de Ouces (Bergondo). Hoy, a las 20.30 horas, en la iglesia de los Salesianos, habrá un funeral.

Nacida en Pontevedra, a los dos años la familia de Marina de la Peña se trasladó a A Coruña porque su padre era militar. Ella «estuvo muy implicada con la ciudad, presentando actos siempre que se lo pedían. Era una profesional que disfrutaba con su trabajo», detallaba su hija.

«Antes de entrar en la radio yo pertenecía a la agrupación teatral La Farándula, en donde, por entonces, se hacía un teatro leído en la Delegación de Información y Turismo, bajo la dirección de Luis Iglesias de Souza. Empecé haciendo papeles cómicos de criada -los hice todos, desde la menos lista hasta la más espabilada- para acabar siendo la primera actriz dramática». Esto le contaba a su amigo Nonito Pereira Marinita de la Peña, que achacaba el diminutivo a que «le he caído bien a la gente y como una muestra de cariño». La actriz y locutora fue siempre recordada por ser la voz de aquel célebre Desfile de estrellas, una versión radiofónica de lo que décadas más tarde sería la televisiva Operación triunfo, que se emitía desde un Teatro Rosalía, recordaba Marina, «abarrotado de gente durante las finales y semifinales de aquel concurso».

Evocaban sus compañeros, muchos de los cuales pasaron ayer por el tanatorio o enviaron mensajes incluso desde Sudamérica, que Marina afrontaba cualquier trabajo periodístico. Ella recordaba entrevistas que había hecho, sobre todo a personas como Domingo García-Sabell, Nuria Espert, Chabuca Granda, Rafael Alberti o Torrente Ballester.

De su presencia en la ciudad da cuenta una página de este diario en la que contaba lo que haría si fuera alcaldesa: «Organizaría festivales de teatro a todas horas y en todas partes». Cuando dejó la radio, unas 150 personas rindieron un homenaje a esta locutora, que ayer hizo mutis, cubierta con un manto de cariño de familiares, amigos y compañeros.