Andrés y Dolores, víctimas de los robos en Bergondo: «Vi lo que me robaron en Wallapop, quedé con el vendedor y era mi vecino»

D. Vázquez BERGONDO / LA VOZBETANZOS / LA VOZ

BERGONDO

Marcos Miguez

Residentes del municipio del área de A Coruña denuncian una oleada de asaltos a viviendas

27 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Vecinos de Bergondo se muestran preocupados por el goteo de asaltos y robos a viviendas. Carrio, Carro, Covas, Cortes, Saioso y San Cidre son las zonas calientes y donde hay más preocupación entre los residentes, que han visto como ha habido incursiones en residencias con los propietarios dentro.

«En mi caso me robaron un viernes de noche, cuando estábamos en casa y denuncié a la Guardia Civil», explica Andrés Aguiar, que vio como desaparecían de una bodega, tras forzar la cerradura, «un cortacésped, una bicicleta, herramientas, una carretilla...». Estima que el valor económico del material que le fue sustraído a finales del mes pasado fue de unos 1.500 euros, pero, en su caso, la historia no acabó ahí. «Vi lo que me robaron en Wallapop, quedé con el vendedor y era mi vecino», explica a modo de resumen de unos hechos para los que ya tiene fecha de juicio, en febrero. Sin embargo, teme que ni recurriendo a la Justicia pueda recuperar todos los objetos, que tampoco le ha querido cubrir el seguro al no estar en un anexo. La Guardia Civil de Sada, que es quien tiene la competencia, fue quien realizó la labor de investigación del caso y detuvo al vendedor de la mercancía robada.

Andrés explica que no conocía al hombre, pero vive a unos 400 metros de su casa y es muy conocido en el pueblo. «Fue surrealista, le dije que era el que le compraba el cortacésped y no sabía ni a quién le había robado las cosas», relata.

Durmiendo

Otro de los robos llevados a cabo sin que les intimidase que hubiera gente en la casa fue el ocurrido, hace unos quince días, en casa de Dolores Varela, en O Caño, cuando estaba con su hermano. Estaban durmiendo en la planta superior, mientras le desvalijaban. En su caso, les llevaron un televisor, unos encendedores de lujo, alguno de ellos grabado; 200 euros, un taladro y ceniceros de plata. También lo denunciaron y estimaron la pérdida en unos 3.000 euros.

En ambos casos, los robos fueron nocturnos, pero en casa de otros vecinos las incursiones fueron diurnas. «Gozan de una total impunidad, no tienen miedo, ellos están tranquilísimos, entran cuando les da la gana y parece el Bronx», cuestiona Dolores, que a raíz de su robo conocieron que hubo otros cinco recientemente en el entorno.

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«La gente está muy asustada, hay muchos mayores que viven solos», comenta esta vecina. A Andrés lo corrobora y añade que la actual situación está produciendo «un efecto llamada». «En los parques se ve que hay coches y la gente dice que se empiezan a ver drogadictos», comenta, asegurando que temen que «esto sea la punta de iceberg de un círculo de delincuencia más amplio».

«Yo ahora veo sombras por casa, cuando antes dejabas la puerta abierta sin problema, como se hace en todos los pueblos», añade Dolores. «Según hablan en la zona de Cortes, en mayo, otra vecina dijo que le habían intentado robar, pero ahora ya es un desmadre», apunta esta vecina, que avanza que están intentado montar un frente común para reclamar más seguridad para la zona y atajar esta ola de robos en Bergondo.