Coreti, en A Bergondo, aumenta su facturación en más de un 16% desde su compra en el 2021 por una compañía belga
BERGONDO
La empresa de etiquetas adhesivas opera con tres turnos de trabajo, las 24 horas del día, y planea reubicarse en una nave más amplia para seguir creciendo
26 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El proceso de compra de una compañía por otra es un momento de tensión, tanto para la plantilla de trabajadores como para la alta dirección. Ejemplo de ello fue lo sucedido durante meses con la fallida opa del BBVA al Sabadell, con cruce de campañas publicitarias incluidas. Salvando la diferencia de ceros, la empresa de etiquetas adhesivas Coreti, afincada en el polígono de Bergondo (A Coruña), también atravesó un proceso de compra por parte de una compañía más grande. Cuatro años después de aquel momento, en cambio, la empresa ha crecido más de un 16 % en facturación. «Somos 105 empleados trabajando ahora en tres turnos, las 24 horas, fabricando etiquetas para todo el mundo», explica Manuel Deza, director general de la empresa desde la compra y empleado de Coreti desde hace 28 años.
La adquisición fue por parte de la multinacional belga Asteria, que en los últimos años ha comprado varias empresas en España del sector de la impresión. Se hizo con Coreti en el 2021, pero también otras como la valenciana Etygraf, en el 2023; o la navarra Ezquerro, en el 2025. Fundada en 1985 como empresa familiar, Asteria ya cuenta con más de 40 fábricas en Europa y ha superado este año los 500 millones de euros de facturación, según informa Etygraf en su página web.
Manuel Deza señala que antes de la compra por parte de Asteria, la compañía tenía una facturación de unos 21 millones de euros, cifra que ha crecido hasta los 24,4 millones en el último ejercicio, es decir, un 16,2 % más. «Estamos en un crecimiento bastante bueno. A ver, no queda otra tampoco, porque con tantos empleados no queda más remedio que crecer, y es lo que necesitamos», explica el CEO. Asimismo, estar en un grupo les está beneficiando. «Tenemos más sinergias con muchas más empresas. Podemos hacer cosas que antes no hacíamos», explica.
Este crecimiento también les está obligando buscar una nueva ubicación. «La nave actual tiene 5.000 metros cuadrados, pero se nos está quedando pequeña. En dos o tres años vamos a necesitar más espacio y tendremos que considerar un cambio de ubicación. En el polígono de Bergondo no hay sitio; lo mejor sería en Espíritu Santo o en un polígono cercano».
Coreti nació en A Coruña en 1991 y pronto se convirtió en una de las compañías más importantes del sector de la impresión de etiquetas. Pescanova, Gadis o Eroski son algunos de sus grandes clientes, aunque también atienden a empresas más pequeñas. «Tenemos clientes con pedidos de 500 etiquetas y otros que necesitan millones de unidades», explica Deza. No obstante, fue hace veintitantos años cuando comenzaron a producir etiquetas para botellas de vino, un sector que hoy supone el 24 % de la facturación de la empresa. Martín Códax, Beronia o González Byass son alguno de sus compradores.
Precisamente, este trabajo en el sector del vino ha llevado a la compañía a recibir uno de sus últimos premios: el Aspronautas Empresa 2025, que otorgó el pasado 17 de octubre Asprona Bierzo, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja por mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.
Lo que hizo la compañía Coreti es colaborar con en el proyecto Asprona Wine y con la Bodega 13 Viñas, que promueve la recuperación del viñedo tradicional de El Bierzo y la inclusión laboral de personas con discapacidad. «La verdad es que recibir este premio ha sido muy emocionante», asegura Manuel Deza.