Miles de betanceiros, entre ellos Carlos Arévalo y Jorge Vázquez, disfrutan junto a vecinos llegados de toda la comarca de la primera jira de la romería
18 ago 2024 . Actualizado a las 22:07 h.Desde las doce de la mañana Betanzos se vistió de fiesta. La jornada comenzó en las callejas, donde las charangas pusieron la nota musical. A partir de las dos de la tarde la mayor parte de los betanceiros se reunieron en el paseo de la Tolerancia para bajar al campo de Os Caneiros.
Los más mayores lo hicieron en barca. Fue el caso de Diego, que iba acompañado de más de una decena de amigos. «Llevamos langostinos, tortilla, embutido, chicharrones, bistecs..», comentaba el chico, que por supuesto también portaba bebida para pasar la jornada, «espero que suficiente», decía minutos antes de partir hacia el campo.
Junto a él no se quisieron perder tampoco la primera jira de Os Caneiros el grupo formado por Rafa, Ana y Ester. Al igual que Diego, comentaron que la vuelta del festejo dependería de la marea. «Es lo que nos va a orientar», explicaban desde la barca en la que iban cargados de comida. «Nos levantamos a las seis de la mañana para hacer empanadas. Llevamos como 25, más tres lacones y pan», apuntaban.
Baño de masas
Y mientras ellos se preparaban sobre el Mandeo para llegar al campo de Os Caneiros otros emprendían el camino pie. En el recorrido se unieron betanceiros y jóvenes llegados de toda la comarca para disfrutar de la que para muchos es «la mejor fiesta del verano». Así la describían un grupo de chicas veinteañeras. «Es el tercer año que vengo y me lo paso superbién», comentaba Noemí, que se desplazó desde Abegondo para vivir el festejo. Lo hizo de la mano de varias amigas residentes en Betanzos. «Somos nueve, pero solo tres viven aquí por lo que nos hemos organizado para dividirnos las casas y así poder ducharnos al volver y así luego volver bajar para ver los fuegos e ir a la verbena», explicó a joven de 21 años. Lucía, de 24, apuntó que «antes de entrar en casa, mis padres nos pegan un manguerazo».
Otros se mojaron antes, ya que sofocaron el calor de este domingo con un refrescante chapuzón en el Mandeo. Algo que a muchos sirvió también para limpiarse tras la clásica guerra de vino. Entre los asistentes caras conocidas, como la del deportista Carlos Arévalo, medalla de bronce en los Juegos de París, que no quiso perderse el festejo. «Es una fiesta que recomiendo, es difícil explicarla sin vivirla, pero es un día espectacular entre amigos y familia.Lo pasamos muy bien», apuntó el betanceiro, que se mostró muy contento de haber sido el pregonero de los festejos de San Roque.«Llevaba mucho tiempo de mi vida esperándolo, expresar mis emociones con toda la gente de mi pueblo fue muy bonito», apuntó el deportista. Sobre las olimpiadas apuntó que su objetivo era conseguir una medalla y que «pensando en frío, ver que has conseguido una segunda medalla, deja una felicidad inmensa». Además de él, el modisto Jorge Vázquez también se dejó ver en el festejo.
«No hay hora de vuelta», decían unos chicos, que disfrutaban de la fiesta en el campo y que avanzaron que el próximo domingo volverán a la segunda jira. Porque en Betanzos la mejor fiesta se vive dos veces.
Dispositivo de seguridad
Más de un centenar de personas entre voluntarios de Protección Civil de Betanzos y diversos concellos de la comarca, Cruz Roja, Policía Local, Guardia Civil y personal de los servicios municipales velaron este domingo por la seguridad de una primera jira de Os Caneiros que se saldó sin incidencias reseñables.
A la vuelta del campo a orillas del Mandeo la fiesta siguió con la sesión de fuegos artificiales en A Ponte Vella y verbena con Cinema en la plaza García Naveira.