Los trabajos se centrarán en el acondicionamiento interior y las obras de urbanización
11 dic 2024 . Actualizado a las 15:07 h.Betanzos firma un convenio con el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) para finalizar la rehabilitación del convento de As Donas con una inversión de más de medio millón de euros. El Concello se acoge al programa del fondo de cooperación para el apoyo al financiamiento de actuaciones de rehabilitación y conservación del patrimonio construido en concellos de menos de 50.000 habitantes. Los trabajos de esta segunda fase se centran fundamentalmente en el acondicionamiento interior y las obras de urbanización. En este sentido, está previsto que se resuelvan los accesos respetando los hallazgos del edificio original, cerrar y finalizar las fachadas del conjunto edificado, incorporar las carpinterías, de madera en los cierres de piedra originales y de aluminio en el cuerpo ampliado; y dotación de instalaciones como la fontanería, electricidad y calefacción.
La primera fase de recuperación del convento se centró en la limpieza y la eliminación de añadidos superfluos e invasores para la construcción original, así como los primeros movimientos de tierra, que permitieron y propiciaron el descubrimiento de restos y hallazgos que manifestaban la realidad de las cotas de acceso y asentamiento original de la edificación, así como la aparición de diversos elementos destacados ocultos por la maleza, el abandono y las construcciones añadidas en las últimas épocas. Los hallazgos implicaron cambios y matices en el proyecto previsto. El volumen del ala oeste fue recuperado, una vez limpio de añadidos, vegetación y restos de estructuras deterioradas, con el tratamiento de los muros y huecos, y la reconstrucción de la cubierta perdida, manteniendo su imagen exterior reconocible y dejando el interior como un espacio único capaz de albergar una sala de exposiciones o multiusos.
En el resto de muros también se recuperó su tectónica: gran parte del propio muro este y su arco de acceso fueron desmontados y montados de nuevo, siguiendo el proceso indicado por el arqueólogo encargado de la supervisión de la obra. En esa zona se encontró el empedrado del acceso del muro norte, probablemente el principal, que tuvo que ser protegido, para dejarlo para una segunda fase y confeccionar la entrada de modo que se reconozca la realidad descubierta.