Voluntarios internacionales recuperarán la producción del pazo de Illobre, de la Fundación Condado de Taboada
BETANZOS

El proyecto Solidarity Gardens pretende volver a hacer vino en el lagar de un inmueble datado antes del siglo XVI
13 feb 2025 . Actualizado a las 18:43 h.Un decenio después del fallecimiento de Amelia González de la Maza, 19.º condesa de Taboada, está previsto que la que fue su residencia en el alto de As Angustias de Betanzos, el pazo de Illobre, vuelva a tener inquilinos. El inmueble acogerá a los voluntarios internacionales que recuperarán su producción agrícola, mediante el proyecto Solidarity Gardens, financiado con 400.000 euros de fondos europeos.
Juan Barrié, director de la Fundación Condado de Taboada, precisó que lo que pretenden es recuperar 1,5 hectáreas de cultivo y las plantaciones de vides para aprovechar el lagar que aún conservan. «El pazo tenía una producción de vino importante», dijo, y explicó que distintas casas del entorno se utilizaban para producir las botellas y para el almacenaje. «Evidentemente los tiempos han cambiado y las formas son diferentes, pero somos custodios y nos gustaría hacer un guiño a eso», dijo.
Indicó que el proyecto va a tener una duración de tres años y participarán jóvenes voluntarios de entre 18 y 30 años de Portugal, Turquía y Marruecos, que se ocuparán de la preparación del terreno hasta la plantación, con el apoyo de maquinaria de empresas locales. El primer grupo de 20 voluntarios comenzará en 15 días y permanecerá en el pazo dos meses, y el siguiente llegará en julio, con nuevos grupos en el 2026. En septiembre abrirán el pazo al público para dar a conocer la fundación. «En el 2027 nos vamos a ocupar de divulgar todo lo que se hizo estos años para agitar conciencias juveniles y empoderarlas para activar proyectos y fijarlos en los entornos en los que estamos», consideró Juan Barrié.
«El origen del pazo es dudoso, creíamos que era del siglo XVI, pero encontramos en el archivo documentos anteriores, ha sufrido diferentes reformas y la composición actual es del XVII», comentó y dijo que todas las propiedades de la fundación están destinadas a «proyectos de impacto social» y tienen licencia de uso turístico para conseguir fondos para su mantenimiento. Esta entidad cuenta además del de Illobre con los pazos de San Pedro de Bembibre (Taboada), la Casa dos Maza (Cambados) y la Casa Paredes (A Coruña). Barrié explicó que una de las líneas en las que trabajan es, a través de la conservación de inmuebles históricos, «trabajar en la divulgación cultural del patrimonio». Las otras líneas son la investigación contra el cáncer, el desarrollo rural sostenible y la educación ambiental.
La alcaldesa, María Barral, que ofreció su colaboración al proyecto en la presentación, destacó la importancia de abrir este pazo privado a la ciudadanía.