¿Qué es, cómo funciona y qué falla en Bens?

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

CAMBRE

CESAR QUIAN

Desde hoy y hasta el sábado se llevará a cabo una nueva reparación. Esta vez, en las compuertas del emisario

20 jun 2018 . Actualizado a las 16:22 h.

La construcción de la estación de depuración de aguas residuales (EDAR) de Bens fue una obra declarada de interés general en 1996 y que no empezó a funcionar hasta el 2011. Desde entonces, se produjeron varias reparaciones debido a que la empresa constructora entregó la planta con fallos que se fueron detectando con el tiempo. Entre hoy y el sábado se llevarán a cabo unos nuevos trabajos. Esta vez, en las compuertas del emisario. ¿Serán las últimas obras para su correcto funcionamiento? Desde la empresa Edar Bens creen que sí.

¿Qué es una estación de depuración de aguas residuales?

Es una instalación que limpia y trata las aguas residuales urbanas para que puedan ser devueltas al mar. Todo lo que se vierte a la red de alcantarillado contiene restos de necesidades fisiológicas, aceites, sobras de comida, jabones, detergentes… Esas aguas contaminadas son depuradas en una planta ubicada en Bens antes de ser devueltas al medio natural para preservar el equilibrio ecológico.

¿Cómo funciona?

Las aguas residuales llegan a la EDAR a través de los túneles de Elviña y Riazor y pasan por un primer proceso de tamizado para eliminar los residuos sólidos de mayor tamaño, y otro de aireado, para separar las arenas y las grasas. Las aguas pretratadas se someten a un segundo proceso donde por gravedad son eliminados los sólidos en suspensión. Al agua libre de arenas y de grasas se le insufla aire. Esta inyección de oxígeno favorece el crecimiento de microorganismos presentes en el agua que se alimentan de la contaminación biológica disuelta y contribuyen a su depuración. En esta fase se separa el agua tratada y el fango generado en el proceso biológico. Antes de devolver el agua al mar a través del emisario se utilizan rayos UV (similares a los del sol) para garantizar que el agua es apta tanto para el baño como para la fauna marina. El fango se separa del agua, se tamiza y se espesa antes de someterlo a un tratamiento con calor y ausencia de oxígeno. En este último proceso se genera gas metano que se aprovecha como energía para la propia EDAR. El agua, una vez depurada, se vierte al mar a través de un túnel de 900 metros de longitud con 14 difusores que diluyen el vertido para respetar el medio marino.

¿Por qué se construyó?

Una directiva comunitaria obligó en 1991 a las poblaciones de más de 15.000 habitantes a contar con una planta depuradora y daba de plazo para hacerlo hasta el último día de 2000. En 1996, la obra es declarada de interés general pero no es hasta 1999 cuando se firma un protocolo entre la Xunta y el Gobierno central para repartirse la financiación de los trabajos, que no se iniciarían hasta el 2004, por lo que España fue multada. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil saca a concurso las obras y se adjudican en el 2004. Pese a que la construcción tenía un plazo de ejecución de cuatro años, Dragados no concluye la depuradora hasta el 2011, cuando por fin entra en funcionamiento. La gestión de la planta se traspasa al Concello.

¿Qué ayuntamientos llevan sus aguas residuales a la depuradora?

Durante sus dos primeros años de funcionamiento, el concello coruñés era su único gestor y quien vertía ahí los residuos. Pero en el 2013, Oleiros, Arteixo, Culleredo y Cambre se suman y acuerdan crear una sociedad pública participada por todos.

¿Cuándo empezaron los problemas?

Todo empezó con mal pie. La declaración de bien general llegó tarde. Más aún la adjudicación de las obras, que se otorgaron en el 2004 a Ferrovial por 90 millones de euros y terminaron costando 130 (fueron financiadas en un 15 % por la Xunta y en un 85 % por el Ministerio de Medio Ambiente a través de fondos europeos). La construcción se retrasó tantas veces que no empezó a funcionar hasta siete años después. Y lo hizo mal. Los primeros informes ya habían detectado importantes problemas, tanto en la planta como en el emisario submarino, que tuvo que ser reparado varias veces con cargo a la empresa constructora.

¿Cuáles fueron las principales deficiencias?

Aunque la depuradora se construyó de acuerdo al proyecto, presentaba varios problemas importantes que se fueron destapando a los dos años de ponerse en funcionamiento. La subestación eléctrica se encontraba a la intemperie y los primeros informes aconsejaban construir un segundo transformador para contar con una alternativa en caso de fallos. Las salas eléctricas, que albergan la maquinaria, deberían contar con un sistema de climatización, ya que carecen de ventilación. El documento recogía también problemas de corrosión en canalones, chapas y embellecedores de los edificios. La deficiencia más preocupante es la existencia de alguna rotura en el emisario, por lo que parte del agua depurada se salía del tubo antes de llegar al mar. En cuanto al emisario de 900 metros que se adentra en el mar para verter el agua depurada, buzos tuvieron que arreglarlo en mayo del 2016.

¿En qué consiste la actual obra y qué medidas se tomarán?

Ayer comenzaron los trabajos previos para reparar la compuerta del emisario, de ahí que se avistasen manchas en el litoral. Hasta el sábado se prohíbe el baño en O Portiño; si bien los vertidos no son dañinos.