
Desde su taller, Manuel Quindimil sigue explorando las posibilidades de este material noble, versátil y cada vez más solicitado
22 abr 2025 . Actualizado a las 11:16 h.Durante décadas, el hormigón fue un material relegado casi en exclusiva al ámbito de la construcción: resistente, funcional y económico. Sin embargo, en los últimos años ha protagonizado un giro estético sorprendente. Su aspecto sobrio y contemporáneo, su durabilidad y sus posibilidades de personalización lo han convertido en un elemento de tendencia en el diseño de interiores y exteriores. Desde encimeras y mesas hasta bancos, jardineras o suelos modulares, el hormigón ha dejado atrás su carácter exclusivamente estructural para consolidarse como una opción de estilo en viviendas, oficinas, jardines y espacios públicos.
Este cambio de percepción lo ha vivido en primera persona Manuel Quindimil, gerente de QN Mesía, una empresa gallega especializada en artesanía del hormigón. «La gente se dio cuenta de que el hormigón era más que bloques y vigas. Descubrieron que también podía quedar bonito y que se podía diseñar con él», explica. En su caso, este auge comenzó a notarse a partir del 2018, y desde entonces no ha parado de crecer. «Cada vez hay más interés por soluciones personalizadas, tanto para interior como exterior».
En QN Mesía trabajan bajo un enfoque completamente artesanal, fabricando piezas únicas adaptadas a las necesidades del cliente. «Lo nuestro es artesanía en hormigón. Hacemos piezas a medida, al gusto del cliente, siempre que encajen en su presupuesto», detalla Quindimil. Su filosofía es clara: dar respuesta a proyectos que no tienen cabida en el mercado estándar. «Nos especializamos en ofrecer soluciones para aquello que la gente no encuentra fácilmente».
Uno de los productos estrella de la firma son los elementos de jardinería: «Lo que más hacemos son jardineras especiales, bancos de jardín y pasos para zonas exteriores o accesos peatonales. Son muy versátiles, porque si cambias de idea, puedes recolocarlos fácilmente, algo que no sucede con un pavimento de hormigón continuo».
Dentro de casa, las mesas de hormigón también se han hecho un hueco. «Se hacen muchas mesas. Tardan aproximadamente una semana en fabricarse, y aunque pueden pesar entre 400 y 500 kilos, existen formas de hacerlas más ligeras».
Con más de 30 años de experiencia en el sector, Manuel Quindimil ha visto cómo ha evolucionado la demanda. Aunque trabajan con todo tipo de clientes, reconoce que «los que más nos buscan son los estudios de arquitectura. Ellos ya tienen una idea de diseño muy clara y nos la trasladan directamente para que la hagamos realidad».
El radio de acción de QN Mesía abarca toda España, aunque buena parte de su clientela habitual proviene de Galicia, Cataluña y el País Vasco. «Aquí, en Galicia, casi todo llega por el boca a boca. Fuera nos conocen a través de la web y de las redes sociales. Ya tenemos clientes fijos que nos hacen pedidos durante todo el año», señala.
El atractivo del hormigón no es solo estético, también práctico: «Es un material para toda la vida. Apenas necesita mantenimiento. Solo aplicamos un buen hidrófugo para evitar que coja moho si está en exteriores. No se pudre, no tiene polilla, no se estropea».