Alumnos carraleses y cullerdenses tendrán que esperar para estrenar sus institutos
08 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La comarca está de estreno este curso en materia educativa. Aunque algunas obras no están exentas de críticas, debido a que los centros o las reformas no llegan ni para el inicio del curso escolar.
El pasado viernes arrancaron las jornadas lectivas en las escuelas infantiles de la red autonómica de la provincia y entre las nuevas aperturas está la de Cambre. La delegada territorial de la Xunta en A Coruña, Belén do Campo, recordó, durante su visita a la escuela de Pastoriza, que la planificación de nuevas plazas que ejecuta la Consellería de Traballo e Benestar incluye además la contrucción de centros en Oza-Cesuras, A Coruña-A Sardiñeira y Arteixo, estas dos últimas ejecutadas a través de un convenio firmado ente la Xunta y la Fundación Amancio Ortega.
Desde el Concello de Cambre también se anunció, de cara al inicio al curso escolar, que ha invertido 30.000 euros en la mejora de los centros, aunque no se descarta realizar alguna obra más durante el primer trimestre. «Las obras de mantenimiento que hemos realizado en los centros escolares públicos parten de las demandas de los propios centros, por lo que hemos considerado que estas actuaciones eran urgentes debido al inminente inicio del curso», destaco el concejal de Educación, Jesús Bao. En el CEIP Portofaro se ejecutó una reforma integral del suelo del aula de música y se renovaron las tuberías de agua que abastecen al centro, mientras que en el CEIP Sigrás se llevó a cabo la reparación de la pista polideportiva y de la zona de juegos infantiles, la limpieza del almacén infantil y la instalación de un grifo en el patio de recreo. En ese centro, también se pintaron varias aulas, se repararon los azulejos del baño de la planta baja y se realizó la reforma de la zona ajardinada. La inversión en el CEIP Brexo-Lema se centró en la reparación del aire acondicionado, el acondicionamiento de las aceras, las zonas ajardinadas y de los terrenos cementados que no drenaban suficientemente el agua en época de lluvias, además de instalar bolardos en la zona de entrada del colegio para que no se aparque en la zona de acceso al recinto escolar. En el CEIP O Graxal, los trabajos han consistido en el pintado del aula informática y del comedor, así como la revisión de las canalizaciones, con la colocación de nuevos grifos. En la zona de enseñanza infantil se pintaron varias aulas y se instalaron sistemas de protección en las puertas corredizas de cada aula que dan acceso al patio infantil. Asimismo, en el CEIP Wenceslao Fernández Flórez, además de la limpieza de canalones y arquetas, se revisó la instalación eléctrica, se repararon radiadores, se pintaron cuatro aulas de primaria y se acondicionaron las zonas ajardinadas.
No es nuevo, pero tendrá novedades. El aulario de Betanzos no acaba de superar las carencias que desde el primer momento denunciaron los padres y este verano desde el Ayuntamiento se anunció que se habilitará un segundo acceso por la parte trasera del edificio, además de dotarlo de juegos infantiles. Ambas son demandas tanto del gobierno local como de la comunidad escolar. Estas mejoras no solucionan todas las demandas, ya que también se considera necesario dotar al inmueble de un patio cubierto, «al margen de que el centro sea un colegio independiente y no un aulario, como es ahora, ligado al Vales Villamarín», recordaba recientemente el alcalde de Betanzos, Ramón García.
Carral también contará con nuevo equipamiento educativo, un nuevo IES con 360 plazas y que es una vieja demanda vecinal. Las obras se iniciaron en julio del año pasado, pero también han acumulado retraso. El centro, que se anunció que tendrá 12 aulas, contará con biblioteca, gimnasio y aula de informática. Aunque desde la Consellería de Educación se indicó que estará en funcionamiento al inicio del curso, desde la oposición de Carral se cuestiona este hecho, porque, según remarcan, todavía están realizando el acondicionamiento interior y también el de los accesos. Asimismo, el alumnado que tendría que haber recibido la notificación del cambio del centro, todavía desconoce cuándo se producirá.
La Xunta también abre este año un IES en Culleredo, que se sitúa en Acea de Ama y que tiene capacidad para 12 unidades de educación secundaria obligatoria y 4 unidades de bachillerato. Aún en construcción, está previsto que las aulas se abran a partir de enero y, mientras, los alumnos matriculados en el nuevo IES estarán escolarizados en el Eduardo Blanco Amor. La ejecución de esta obra educativa, que tenía un plazo de 14 meses de ejecución, sufrió retrasos debido a que en noviembre pasado estuvo parada al hallarse un cable de media tensión soterrado en el solar, cuya existencia no constaba, según la Xunta, en los planos facilitados por la compañía eléctrica. Este centro, el segundo de sus características en el municipio, supondrá un desdoblamiento del IES Blanco Amor y era una demanda casi histórica de la comunidad educativa.
También Oleiros cuenta con un nuevo centro escolar este año, ya que se ha abierto un colegio en San Pedro de Nós en una parcela, que como destaca el gobierno municipal, está en un entorno medioambiental inigualable al limitar con un parque público de más de 20.000 metros cuadrados. Con capacidad para unos 450 alumnos, arranca el curso únicamente con 115 estudiantes y 17 profesores, que alcanzarán los 39 cuando esté a pleno funcionamiento. Las instalaciones tienen seis aulas de infantil y 12 de primaria, dos aulas de informática, biblioteca, salón de actos, comedor, gimnasio, pista deportiva y área de juegos infantiles. El Concello está finalizando, estos días, el asfaltado de la calle de acceso, de dirección única y que permitirá el acceso por Alexandre Bóveda hacia Salvador Allende.
En cuanto a demandas, desde el Concello de Oleiros, su regidor Ángel García Seoane, recordaba, recientemente, que «este ano quedaron fóra 149 nenos das catro escolas infantís que hai no municipio. Están saturadas», por lo que sus reivindicaciones se centran en la creación de nuevas guarderías.