La descarga del sábado causó graves daños en una urbanización del municipio
17 may 2022 . Actualizado a las 12:02 h.La del sábado en Coirós no fue una tormenta cualquiera. Tras amenazar con varios relámpagos a la hora del festival de Eurovisión, un rayo se plantó en la tierra, abrió un árbol por la mitad y su fuerza hizo un reguero con tal energía que las piedras del subsuelo saltaron por los aires, alcanzando las casas de la urbanización, e incluso pasando por encima de estas. Y da la sensación de que esta tormenta conocía la toponimia de su radio de acción. El lugar escogido por el rayo se llama Pedrapartida.
Aunque nadie sufrió daños personales, el hijo de María José tuvo la fortuna de que se puso a llover cuando salió a la terraza a fumar un cigarro. «Justo cuando se metió en la casa, saltó una piedra a la terraza que atravesó la tumbona», explica la mujer, quien sufre otros daños colaterales: el horno de su cocina ha perdido potencia y el relámpago le ha borrado todos los canales de la televisión «excepto la Gallega».
La urbanización de Pedrapartida, rodeada de monte y ubicada a unos 200 metros del centro de salud y la escuela infantil, también se quedó sin alumbrado público desde la noche de Eurovisión. «Es llamativo que el rayo haya caído aquí porque tenemos dos grandes antenas con sus pararrayos, más otra caseta con instalaciones que dan servicio a la urbanización», explica Manel Rivas, otro de los vecinos damnificados por la tormenta. «En mi caso se ha fastidiado la térmica de la solar, la televisión y la Play Station, y a mi vecino Antonio le ha roto la caldera», explica Rivas. A otro de los residentes de esta urbanización de chalés pareados promovida por la Consellería de Infraestruturas (que comenzó a entregar las primeras llaves en el 2012), una de las piedras que saltó por culpa del rayo le atravesó la cubierta de chapa, sin causar daños personales, pero con un susto brutal para todos los vecinos. «Ya estábamos bastante asustados, pero cuando cayó ese rayo pensamos que las medianeras se nos venían abajo», añade Manel Rivas. Pero la máxima preocupación de los residentes es la línea del gas que pasa muy cerca de las viviendas, según marcan los pivotes amarillos. De hecho, la cicatriz abierta en el suelo hace una pequeña curva hacia la izquierda como si buscara el camino de la línea del gas. «Habría sido catastrófico», sentencian.
La de este lunes fue una jornada de recibir a los técnicos de electrodomésticos, a los peritos de seguros, y también de limpieza en la calle principal donde llovieron buena parte de las rocas y piedras espoleadas por la fuerte descarga eléctrica.