Monumental atasco mientras los proyectos para ampliar los accesos a A Coruña siguen sin fechas

LA VOZ A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Miles de conductores estuvieron atrapados hasta dos horas en el tramo de Oleiros a A Coruña

23 nov 2021 . Actualizado a las 21:27 h.

Lunes, lluvia y accidente en A Pasaxe, ese fue el cóctel perfecto que colapsó el acceso a la ciudad en la mañana del lunes. Una situación aún más complicada por las obras en Sol y Mar y la intensidad de tráfico por los convocados para vacunación y los cribados en Expocoruña y el Chuac. Hubo conductores atrapados dos horas. Mientras las Administraciones no concretan las obras de mejora de los accesos a la ciudad.

La mañana estuvo salpicada de accidentes. El más espectacular, aunque sin heridos, fue el vuelco de un turismo en la rotonda de la avenida de Monelos y Salvador de Madariaga, que también provocó retenciones en la zona. Y a mediodía se produjo otro colapso en los accesos al Chuac por el incremento de personas citadas para la realización de las pruebas PCR.

El gran atascazo se originó a las 7.10 horas, porque el carril derecho sobre el viaducto de la glorieta de A Pasaxe estuvo cortado tras el choque de un automóvil con la mediana. El vehículo quedó ocupando parte de la calzada. El accidente se produjo coincidiendo con la hora punta de circulación de acceso, por lo que las colas de vehículos y las retenciones se fueron extendiendo a otras vías, especialmente en las que conectan con los municipios del área metropolitana.

Tanto la carretera de la playas de Oleiros como la N-VI sufrieron demoras de hasta sesenta minutos con respecto a la circulación habitual. Dos horas después del accidente aún había vehículos prácticamente parados en diferentes zonas del área metropolitana muy distantes del punto del siniestro, como a la altura de la rotonda de Os Regos, en Santa Cruz y en Dorneda.

«Llevo una hora en el coche y todavía no he llegado al puente de A Pasaxe», decía una automovilista que salió de la zona donde se encuentra el edificio del Concello de Oleiros. Precisamente en este municipio muchos usuarios se encuentran además con las dificultades añadidas por las obras que se desarrollan en el cruce del Sol y Mar, en la N-VI.

«A las 8.10 horas salí de Santa Cruz y aquí estoy ahora, a la altura de la rotonda del Che», lamentaba otro usuario a las 9.30 horas, justo en el momento en que finalmente fue retirado el vehículo accidentado y la avenida comenzó a recuperar su capacidad.

La situación empeoró, además, por la lluvia que intermitentemente cayó, complicando aún más la movilidad este lunes, una jornada habitualmente densa en desplazamientos para la vuelta a la rutina laboral a la que se sumaron los autocares escolares.

Los lectores de Google marcaron más de 50 minutos para el tramo de menos de seis kilómetros entre Aguieira, en Oleiros, y el centro comercial Alcampo. Una cifra sin precedentes.

Mientras, no hay fecha para la ampliación de Alfonso Molina, la vía que asume más tráfico y para la que hay un proyecto redactado desde el 2003. Estos días la ampliación de A Pasaxe, una de las obras más solicitadas por Oleiros, se vincula a que se acabe la construcción del enlace del Sol y Mar, cuya obras comenzaron y son también pasto de las retenciones. La vía Ártabra, que podría suponer un alivio si estuviera conectada con la AP-9, está paralizada y con el trazado actual no supone una alternativa para acceder a la ciudad, solo para mejorar la comunicación en Oleiros y Sada.

Vecinos de Perillo anuncian manifestaciones tras siete meses «de locura»

Vecinos y comerciantes de las urbanizaciones Agramar y Beiramar de Perillo califican de «caos diario» lo que deben soportar al salir de sus casas por las obras de Sol y Mar. «Lo de hoy ya ha sido la gota que colmó el vaso», indicaron por el gran atasco de ayer. «Somos los grandes afectados con estas obras, ya que para salir de nuestras casas e ir hacia Coruña tenemos que ir a dar la vuelta hasta la estación de servicio de Repsol en O Seixo, por lo que sufrimos el continuo atasco diario de entrada a la ciudad, una media de 15-20 minutos para volver al mismo punto de partida pero del otro lado de la nacional. Si multiplicamos esto por 3 o 4 viajes diarios, resulta desesperante salir y volver a casa», indican y afirman que la situación es de riesgo para los peatones.

«Los pasos peatonales son intransitables, peligrosos, con material de obra por el medio, maquinaria... Han desaparecido las paradas de autobuses, los pasajeros y niños de transporte escolar bajan en medio de la carretera, cortando el tráfico hasta que no están todos fuera», resaltan, al mismo tiempo que denuncian que los autobuses escolares se están demorando entre 15 y 20 minutos en llegar a su parada. El retraso ayer fue de 45, «con los niños bajo la lluvia esperando». Un retraso, en cadena, puntualizan, que también condiciona a los progenitores.

«Hemos hablado con responsables de la obra, Concello y Guardia Civil para que nos den una solución provisional, como instalar un semáforo de obra, coordinado con el existente, que nos permita hacer un giro dirección A Coruña en el cruce de Beiramar. Llevamos 7 meses con esta locura y los vecinos, sobre 400 familias, estamos cansados, desesperados, organizándonos para manifestarnos y hacer cortes de tráfico puntuales hasta que la situación no se resuelva», avanzan.

No son los únicos que demandan. El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, tildó la situación de «indignante» y lo achacó al «abandono total do Goberno central das infraestruturas viarias desta comarca». El regidor de Culleredo, José Ramón Rioboo, reclamó inversiones y recordó: «Somos el área más poblada de Galicia y merecemos unas infraestructuras acordes». Su homólogo de Cambre, Óscar García Patiño, apuntó que «proyectos como el vial 11-17, el vial 18 y la vía Ártabra siguen siendo fundamentales». Mientras, el BNG de A Coruña reclamó un nuevo modelo de movilidad y constituir el área metropolitana.