Ocho de cada diez trasplantes que se llevan a cabo en Galicia se practican en el Hospital de A Coruña, que en el último año incrementó un 22 % este tipo de operaciones y se sitúa en el noveno puesto de toda España
01 feb 2024 . Actualizado a las 21:42 h.Más de siete mil personas, en concreto 7.144, han sido trasplantadas en A Coruña desde que, en 1981, el Chuac pusiera en marcha estas intervenciones, que el año pasado aumentaron un 22 %. En el 2023 el Hospital de A Coruña practicó 257 implantes de órganos sólidos, a solo 4 de su récord histórico del 2018 y el 77,6 % de los realizados en Galicia. El centro se sitúa así como el noveno de toda España en número total, el tercero en el caso del corazón, «solo por detrás de centros más grandes de Madrid, Cataluña y Andalucía; tenemos una población de referencia muy inferior y hospitales con menos recursos, pero con mucha voluntad y ganas», valoró Fernando Mosteiro, coordinador de trasplantes.
Del total, 129 fueron de riñón, 31 más que en el 2022, realizados con órganos de personas fallecidas pero también con 19 procedentes de donante vivo y 7 de ellos tras salvar incompatibilidades sanguíneas y de antígenos, algo «que se hace en muy pocos centros de España, el Chuac y el Clinic de Barcelona los que más», recalcó. Además, se llevaron a cabo 53 de hígado, 49 de pulmón, 22 de corazón y 4 pancreáticos. Dos de las intervenciones cardíacas fueron infantiles y en 6 casos se practicaron implantes dobles.
Todo ello fue posible gracias a la generosidad de las familias que accedieron a ceder los órganos de sus seres queridos fallecidos en tan duro momento, 1.040 en esta cuatro décadas y 32 solo el año pasado en el propio Chuac.
Tanto Mosteiro como el jefe de cirugía cardíaca, José Cuenca, y Marisa Crespo, responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca CiberCV, incidieron además en los factores que han ido incrementando la complejidad, desde la necesidad de superar incompatibilidades o utilizar dispositivos de asistencia para ampliar el tiempo a la espera de que aparezca un órgano, hasta el creciente aumento de los denominados código 0, pacientes con prioridad absoluta en toda España por su crítica situación. En el 2023, en cuatro de cada diez recambios cardíacos fue necesario desplazarse a otra comunidad, ya que esa urgencia 0 se produjo hasta en el 36 % de los trasplantes de corazón y el 16 % de los de pulmón.
El 53 % de los donantes superaban la sexta década de la vida, con una edad media de 60,9 años, casi un punto más que en el resto del país, pese a lo cual «la supervivencia de los receptores fue superior», recalcó Mosteiro.
Lista de espera
Aunque «muy contentos» por el balance de un año que se cerró sin ningún enfermo fallecido en el Chuac a la espera de un órgano, advirtió que, pese a la intensa actividad, hay 164 personas pendientes de la aparición de un donante: 14 necesitan un corazón, otras 22 un pulmón (12 más que un año antes), 7 precisan un implante hepático, 8 un páncreas y 123 un riñón. «Esta lista —concluyó— no depende de nada más que de la disponibilidad de órganos, de la generosidad, solidaridad y altruismo de la sociedad».
Solo un 6 % de negativas familiares
De la memoria de trasplantes del último año, los profesionales del Chuac quisieron subrayar de forma especial que por segunda vez en la historia de Galicia el porcentaje de negativas familiares a donar fue menor que la media española, un 15,5 % frente al 18 %, índice que en el caso del Chuac bajó al 6 %.
De esta forma, la tasa de donación en el área sanitaria de A Coruña se situó en 58,3 donantes por millón de habitantes, muy por encima de la media estatal, del 48,9 y de la autonómica, del 40,5. Supera, además, el objetivo de 50 marcado por la OMS para el 2023. «Tenemos 10 donantes más por millón de habitantes que el país con más donación del mundo, que es España, es para estar orgullos», señaló Mosteiro antes de recordar que la mayoría de los países industrializados arrojan tasas inferiores a 25 y que incluso Estados Unidos se sitúa por debajo, con un ratio de 40 «desgraciadamente logrado por la pandemia del fentanilo, que ha incrementado mucho las muertes por sobredosis».
Aún así entre los retos para el 2024 sitúan llegar a negativas 0, además de seguir impulsando la donación en asistolia controlada, asesorando para ello a los hospitales de Ferrol y Pontevedra, así como incrementar la detección de donantes fuera de la uci y consolidar los protocolos de la donación tras la eutanasia.
Treinta años de vida con un corazón donado y siete con uno artificial
La cardióloga Marisa Crespo aportó uno de los datos relevantes del éxito del programa:. «Tenemos pacientes trasplantados hace 30 años que hacen una vida completamente normal», dijo. En este sentido, se refirió también a los avances tecnológicos, los dispositivos de asistencia ventricular. Los de corta duración, en la uci, abren ventanas de «semanas», apuntó el cirujano José Cuenca, cuando tarda en aparecer un órgano. Y los de larga duración o corazón artificial — 5 se implantaron en el 2023—, funcionan años como puente a la espera de un donante o incluso como terapia definitiva o de destino para quien no puede ser trasplantado. En A Coruña ya hay enfermos con latido de titanio desde hace 7 años.
«No sería posible sin la implicación de todos»
«Somos un hospital con una enorme vocación trasplantadora; para nosotros, es una prioridad», señaló el gerente del área sanitaria de A Coruña, Luis Verde, quien se confesó «extraordinariamente satisfecho» con los resultados obtenidos. «No serían posible sin la implicación de todos, de las familias, de los pacientes, y de todo el personal del hospital y del área sanitaria».
«Hay sitios donde muere mucha gente esperando»
Fernando Mosteiro acentuó la importancia de no relajarse y aportó datos para ello, como que el 2023 empezó en España con 4.700 personas a la espera de la aparición de un órgano, se implantaron 5.800 «y aún así el año acabó con otros 4.700 pacientes en lista de espera; en nuestro centro no murió ninguno pero hay países donde muere mucha gente esperando un trasplante».
«La mejor alternativa todavía es trasplantar»
Para la cardióloga del CiberCV del Chuac, «cada vez hay mejores máquinas» para mantener y recuperar el corazón mientras no llega un donante, o incluso para vivir con uno artificial cuando está contraindicado trasplantar. «Los dispositivos de asistencia ventricular van a ir a más —valoró Marisa Crespo— aunque hoy por hoy, la mejor alternativa todavía es el trasplante».
«Casi la mitad de nuestros pacientes son código 0»
Por población, la tasa de trasplantes cardíacos del Chuac supera a la de centros como el Marañón o La Fe. «En Galicia hacemos 9 por millón de habitantes, la media de España es de 6,5, y eso teniendo en cuenta que el 30-40 % de los donantes tenemos que ir a buscarlos fuera de la comunidad porque casi la mitad de nuestros pacientes están en urgencia 0», señaló el cirujano José Cuenca.
«Este programa tira por la atención más avanzada»
El director de procesos asistenciales del área sanitaria coruñesa, Pedro J. Marcos, quiso destacar el impacto de los recambios vitales en el conjunto del Chuac: «Un hospital que trasplanta progresa continuamente hacia la atención médica más avanzada, porque esta actividad es punta de lanza, tira del desarrollo, la innovación y la especialización de todos los servicios».