Primera farmaveterinaria en A Coruña: «Busco apoyar al veterinario, ser una herramienta útil para adaptarse al real decreto»

A CORUÑA CIUDAD

María Prieto, veterinaria y propietaria de Anifarma.
María Prieto, veterinaria y propietaria de Anifarma. Y.G.

María Prieto abrirá en las próximas semanas un centro de dispensación de fármacos para animales y otros productos relacionados con el bienestar animal

07 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La puesta en marcha del Real Decreto 666/2023 ha restringido la venta de medicamentos por parte de las clínicas veterinarias. Una nueva normativa que, entre otras medidas, ha generado una ola de críticas entre los veterinarios, que defienden tanto su autonomía como la falta de stock en los establecimientos tradicionales. En este escenario, María Prieto, veterinaria, se ha animado a poner en marcha Anifarma, el primer centro de la ciudad especializado en la dispensación de medicamentos para animales y otros productos relacionados con el bienestar. 

—Para comenzar, ¿cómo definiría usted exactamente Anifarma? ¿Se trata de una clínica veterinaria, una farmacia o un nuevo modelo híbrido?

—Es una farmaveterinaria. Inicialmente, en los letreros puse «farmacia veterinaria», pero con el real decreto que entró en vigor hace poquito, el término farmacia quedó reservado para las oficinas de farmacia humana. Por eso se va a llamar Farmaveterinaria Anifarma. Venderemos medicamentos veterinarios con prescripción. Contamos con una farmacéutica responsable que se encarga de garantizar el cumplimiento de toda la normativa sanitaria vigente en relación con los medicamentos veterinarios. Además, también venderemos antiparasitarios, productos de fitoterapia, nutrición especializada y alimentación para animales exóticos. También tendremos productos de ortopedia orientados a perros mayores, como arneses y sillas de ruedas.

—En la actualidad, ¿dónde pueden los tutores adquirir este tipo de productos para sus animales?

—Desde que entró en vigor el Real Decreto en 2023, se avisó de que los veterinarios debían dejar de vender medicamentos. Aunque muchos lo siguieron haciendo, la normativa se empezó a aplicar con fuerza desde enero. Actualmente, los medicamentos se adquieren en farmacias humanas. Mi proyecto busca ofrecer un servicio más especializado: yo soy veterinaria, conozco los medicamentos, la posología, las formas de administrarlos a los animales. Lo que no puedo es ni tratar ni prescribir. Solo voy a dispensar, pero con conocimiento.

—En ese sentido, ¿la dispensación de medicamentos en su centro estará sujeta a prescripción?

—Exacto. Para los medicamentos con receta será así. Como ocurre en las farmacias humanas. Pero si viene un perro con una herida, yo voy a tener vendas...

—¿Y qué ocurre con productos analgésicos u otros que, por ejemplo, los humanos pueden adquirir sin receta? ¿Está autorizada su venta libre?

—En eso sí que tienen que ir al veterinario. En ningún caso se dispensarán tratamientos a animales sin consulta veterinaria previa. Es fundamental que exista un diagnóstico adecuado antes de iniciar cualquier tratamiento. Lo que sí puedo ofrecer, por ejemplo, son productos naturales o suplementos, como probióticos para problemas digestivos. Siempre advirtiendo que, si no mejora, debe acudir a su veterinario.

—¿Teme llegar en un momento tan convulso dentro del sector veterinario por el nuevo real decreto?

—Antes los veterinarios podían dispensar medicamentos directamente. Ahora solo pueden iniciar el tratamiento y luego recetar, pero los propietarios deben ir a buscarlo a una farmacia que muchas veces no tiene el stock. Yo quiero ser ese punto intermedio. Si un veterinario me llama y me dice: «Voy a recetar esto, ¿lo tienes?», puedo comprobarlo. Porque además las recetas vienen por nombre comercial y, si no coincide, hay que rehacer la receta.

—¿Cuál es su postura respecto al real decreto?

—El peor de los problemas no me parece que sea la dispensación. Lo que sí que me parece un poco absurdo es que, por ejemplo, tenga que vender una caja de medicamentos entera cuando el animal solo necesita siete pastillas. Eso puede generar un sobrante mucho mayor. El principal problema es que ahora los veterinarios clínicos no pueden recetar lo que quieran según su criterio y experiencia. Mi posición respecto a esto es apoyar al veterinario y no ser competencia. Ser una herramienta útil para adaptarse al real decreto.

—¿La nueva normativa busca reducir el control de los veterinarios sobre los medicamentos?

—El real decreto tiene como objetivo reglar de forma más estricta la distribución, prescripción y dispensación de medicamentos. Un punto clave es fomentar el uso responsable de los antibióticos, con el fin de reducir el desarrollo de resistencias. 

—¿Qué acogida ha tenido su iniciativa entre el sector y los posibles clientes?

—Aún no he hecho la salida comercial. Estoy preparando folletos y una estrategia para presentarme al sector como colaboradora, no como competencia. No voy a diagnosticar ni tratar animales. Solo asesorar, y de forma más especializada que una farmacia humana.

—Más allá de medicamentos, ¿qué otros productos y servicios ofrecerá Anifarma?

—Mi objetivo es tener un catálogo de productos que no se puede conseguir en cualquier sitio, como en tiendas de animales o bazares. Quiero seleccionar productos de fitoterapia, alimentación natural, cosas realmente útiles. Por ejemplo, también voy a vender comida casera congelada en monodosis. He estudiado este tema con una nutricionista. Hay muchas marcas y no todas son buenas. Quiero ofrecer algo seguro y de calidad.