El intento de atraco a un banco se salda con siete años y tres meses de prisión

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CULLEREDO

Ana García

Son dos los condenados por unos hechos ocurridos en enero en A Ponte do Porto

22 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El intento de atraco a una sucursal bancaria de A Ponte do Porto se saldó finalmente con una condena para dos individuos: J.S.S., vecino de Culleredo, y A.C.G., residente en Arteixo. La Audiencia Provincial los considera culpables de un delito de robo con intimidación en grado de tentativa.

Al primero, le impusieron cuatro años y medio de cárcel, y al segundo, dos años y nueve meses de privación de libertad, en ambos casos, con los agravantes de multirreincidencia «y de uso de disfraz». Finalmente, y antes de la celebración del juicio, la Fiscalía -que solicitaba en su escrito de acusación cinco años y medio y cuatro años y medio de cárcel, respectivamente- y las defensas de los acusados alcanzaron un acuerdo de conformidad previo a la celebración de la vista oral.

Los hechos, juzgados en la sección primera de la Audiencia Provincial a comienzos de octubre, ocurrieron sobre las dos de la tarde del 17 de enero de este año. Dos individuos a bordo de un Citroën Xsara, viajaron desde Culleredo hasta las inmediaciones de la oficina del Banco Pastor, entidad perteneciente al Santander, situada en la rúa de A Gándara.

Según reflejó el fiscal en su escrito de acusación, A.C.G. decidió estacionar el turismo cerca de la oficina. Su compinche, J.S.S. salió del vehículo. Lo hizo vestido con un mono azul y portaba una mochila. Accedió a la sucursal «desfigurando su apariencia» con una máscara de látex, una peluca y con las palmas de las manos y las yemas de los dedos cubiertas con esparadrapo para dificultar la identificación.

Con una pistola

J.S.S. se dirigió al director de la sucursal exhibiendo una pistola y le dijo: «Dame el dinero». El empleado hizo ademán de pulsar el botón de alarma, «aunque sin llegar a accionarlo», lo que provocó que el atracador emprendiera la huida a la carrera y sin haber logrado su propósito.

Apenas un minuto después de haber abandonado la oficina, fue interceptado por agentes de la Guardia Civil, que procedieron a su detención. Los uniformados llevaban varias semanas detrás de ellos, toda vez que los dos individuos estaban siendo investigados por otros hechos similares perpetrados en otras localidades.

De forma paralela, tras la inmediata persecución del Citroën Xsara, a cuyos mandos se encontraba el otro encausado, A.C.G., que había emprendido la huida al ver que su compinche era reducido, fue interceptado en una pista forestal cuando acababa de apearse del vehículo y se encontraba abriendo el maletero.

Peluca y máscara de látex

En este operativo les fueron intervenidos los siguientes efectos: una peluca y máscara de látex utilizados para caracterizarse, una mochila que contenía 17 bridas de plástico, 6 gomas elásticas y un teléfono móvil, así como un arma: pistola de fogueo de material contundente, de calibre 9 milímetros de la marca Zoraki, modelo 925, cuyo cargador contenía once cartuchos sin percutir.