Desembarcaron en el aeropuerto por la tarde y allí participaron en su primera recepción
02 ene 2025 . Actualizado a las 18:23 h.Con una cuenta atrás progresiva, en la que casi llegaron a cantar los 500, los pequeños se entretuvieron este jueves esperando en Alvedro a unos Reyes Magos que salieron pasados unos minutos de las cinco de la tarde. Las pantallas del aeropuerto indicaban que llegaron en el vuelo AEA 0601, en un Boeing 737-800 de Air Europa, y salieron por unas puertas en donde se anunciaba otra ilusión, la del Circo del Sol, que actuará en A Coruña del 24 de abril al 4 de mayo.
La sala de espera del aeródromo se convirtió en un gran salón de juegos mientras Melchor, Gaspar y Baltasar no llegaban. Algunos niños pedían la merienda mientras miraban expectantes hacia donde se les esperaba. Fueron recibidos con gritos y aplausos tanto de pequeños como de padres y abuelos sacrificados que quisieron que sus retoños fueran los primeros en ver a los Magos de Oriente en este 2025. La emoción fue total y Gaspar tuvo que tirar de reflejos para evitar que la corona le cayese al suelo, ya que se le resbaló al saludar a los niños que estaban sentados en el suelo.
Fueron avanzando saludando a unos y a otros sin perder una sonrisa, que se adivinaba entre barbas pobladas y un enigmático velo, hasta una zona donde realizaron su primera recepción de estos días. En un extremo de la planta baja de la terminal, en donde les tenían preparados sus correspondientes tronos, recibieron peticiones y hasta cartas. Sus pajes les fueron entregando regalos para que los pequeños tuvieran también su primer recuerdo. No hubo caramelos, eso queda para la cabalgata. En el caso de A Coruña, prevista para el día 5 a las 18.00 horas desde Monelos, pero que podría adelantarse debido a la amenaza de lluvias.
En el aeropuerto coruñés hubo una gran cola de pequeños para verlos en directo y sentarse en sus regazos para recordarles lo que quieren que aparezca en su casa la mañana del día 6. Silvia Díaz Ramonde, de 4 años, acudió temprano para verlos junto a su familia. Reconocía que no había escrito la carta todavía, pero pedía, en un alarde de generosidad «sorpresas para todos».
Lucas y Ana Rabina Brañas, de 10 y 6 años, acudieron desde O Temple para ver a sus magos preferidos, Gaspar y Melchor, respectivamente. Ambos tenían claro cuáles eran sus peticiones y en el caso de Melchor, tendrá bastante trabajo para esa noche.
También de Cambre llegó Mario Pallás Casas, de 5 años, que esperaba a Baltasar. En su caso, todavía no ha tenido tiempo de escribirle su carta.