La Cros se queda con sus esqueletos

D. Vázquez CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

El proyecto del Cetim era la gran apuesta para relanzar un espacio que lleva desde los ochenta sin actividad y se propuso para centro cultural y deportivo

27 sep 2025 . Actualizado a las 16:28 h.

La marcha del Cetim para Morás, no solo supone para Culleredo la pérdida de un proyecto singular para reflotar la Cros y de una inversión millonaria, sino también quedarse sin un centro tecnológico, y lo que esto implica en generación de empleo. Solo hay nueve en Galicia. El polo de economía circular que proponía el Cetim era el plan más sólido para acabar con un espacio sin actividad desde los ochenta y marcado, hasta la descontaminación del 2011, por el recelo de la iniciativa privada hacia un suelo que durante medio siglo albergó una fábrica de fertilizantes.

Entre los intentos fallidos para este espacio figura la instalación de un centro educativo, pero el elevado coste llevó a la Xunta y al Concello a descartarlo. En el 2007, otra iniciativa pública proponía construir un centro multiusos. El bipartito llegó a abonar 200.000 euros para el proyecto, pero tampoco pudo materializarse debido a la precaria situación financiera del municipio y a que las Administraciones central y autonómica dieron la espalda a una inversión que superaba los 18 millones de euros.

Público-privada

Desde el 2018, el Concello apostó por promover sinergias y por la colaboración público-privada. Desde el consistorio reconocen contactos con Inditex para que, a través de su actividad privada, su fundación o su vertiente cultural se llevara a cabo una propuesta para las naves. Ese mismo año impulsaron conversaciones con la Fundación Ángel Jove, «que veía en ellas un buen escaparate para albergar su museo automovilístico». Sin embargo, nuevamente el alto coste de la rehabilitación y las dificultades estructurales hicieron inviable el proyecto, que finalmente se trasladó a Arteixo.

Tras estos descartes, el Concello llevó a cabo un estudio que situaba a la Cros como candidata para albergar un centro deportivo, utilizando la nave A —la más pequeña— como gimnasio y recepción, y construyendo un edificio paralelo para las zonas acuáticas. Este proyecto tampoco garantizaba la rehabilitación de las naves principales y, al requerir una nueva construcción agotaba la edificabilidad, lo que hacía inviable cualquier otra inversión. «Se paralizó la idea por este motivo y por el alto coste de la instalación, que podría construirse en otro ámbito con menor coste y un retorno más rápido», explican fuentes del ejecutivo. Analizaron también la convocatoria de un concurso de ideas o proponer el espacio como sede de la Reserva de la Biosfera, tras ser reconocida por la Unesco, pero nada prosperó.

El interés del Cetim no es actual. Ya había trasladado al anterior alcalde, Julio Sacristán, su interés por este espacio para ubicar su sede. Sin embargo, no fue hasta el 2023 cuando presentó su propuesta más ambiciosa: instalar allí su centro de investigación en economía circular. Lo hizo en un momento de gran transformación del entorno, coincidiendo con el saneamiento de la ría. La iniciativa, avalada por representantes del Gobierno central, la Xunta y la Diputación, llevó al Concello a trabajar en una cesión demanial de las parcelas de la Cros al Cetim que contemplaba espacios de uso compartido.

El primer intento de cambiar el uso del suelo, en febrero del 2024, se saldó con el rechazo de la oposición municipal (PP, BNG y AV). En el segundo, este verano, los populares respaldaron el cambio de uso, aunque con condiciones para la cesión. Los avances resultaron insuficientes para el PP local y anunció su voto en contra en caso de llevarlo a pleno. Ante esta situación, el Cetim, apremiado por los plazos para solicitar ayudas y por la necesidad de más espacio para sus cien trabajadores, confirmó esta semana su traslado al polígono de Morás, en Arteixo, poniendo fin a la posibilidad más real en los últimos 20 años de que la Cros superase la imagen de estructuras vacías.