La arcilla de Galicia, una historia de innovación
MESÍA

Esta materia prima milenaria, como recurso minero, es modesta y abundante, pero un material básico para la industria de alto valor social en la comunidad
27 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El ser humano dio un paso definitivo en su evolución cuando empezó a aprovechar los recursos minerales. Uno de los primeros usos sofisticados de los materiales de la tierra, empleando tecnología gracias a un dominio inicial de la física y la química, fue para crear recipientes de cerámica con arcilla.
La materia prima que emplearon los habitantes del neolítico gallego hace 5.000 años para hacer vasijas y ánforas es la misma con la que hoy fabricamos ladrillos, tejas y azulejos. Es uno de los productos mineros más versátiles y cuyo proceso productivo se mantiene igual desde hace milenios. Se mezcla con agua, se le da una forma y se cuece para endurecerla.
La arcilla es un recurso abundante en Galicia, aunque las de mayor calidad, las aptas para cerámica de construcción, las que permiten usos industriales y las que se emplean para artesanía, se localizan en zonas muy precisas. Por ejemplo, en el Concello de Mesía (A Coruña) dos empresas emplean las arcillas de su subsuelo para crear productos específicos de alto valor, cada una con sus distintas mezclas de arcillas y otros minerales.
La arcilla roja se emplea para la fabricación de cientos de toneladas de tejas y ladrillos en plantas industriales que suelen estar muy cerca de la explotación minera. Normalmente se trata de un gran pozo a cielo abierto del que se obtiene la materia prima con un simple proceso de extracción con medios mecánicos convencionales. Este sector, en Galicia, cuenta con empresas locales, de capital familiar, que dan empleo a unas 250 personas y abastecen de materiales naturales, de proximidad y de calidad a constructoras y promotoras.
Además, en A Mariña lucense y en la comarca de Bergantiños, hay canteras de caolín, una arcilla blanca de características especiales. Su composición y su finura permiten unos usos industriales de alto valor, como en azulejería, porcelánicos, pinturas, esmaltes… Esos caolines son expedidos a fabricantes de todo el mundo y están en el origen de la cerámica de Sargadelos.
Aunque la materia prima y el proceso productivo son los mismos desde hace milenios, la evolución científica y la investigación geológica han ampliado el rango de uso de las arcillas. Algunas son excelentes para artesanía y empleadas por alfareros contemporáneos de toda Europa. Otras cuentan con características de refracción del calor que permiten la fabricación de piezas muy resistentes.
Los productos cerámicos respetan el medioambiente, al tratarse de materiales 100 % naturales, que se fabrican a partir de arcilla, fuego y agua. Una característica fundamental del proceso de fabricación de productos cerámicos es la eficiencia en el uso de materias primas que viene dada por el bajo consumo en agua y el escaso desperdicio de material cerámico, siendo posible reciclar o reutilizar la arcilla en cualquier etapa del proceso productivo.
Además, las arcillas de Galicia, por su plasticidad, aislamiento (térmico, acústico y eléctrico) y su capacidad de absorción de humedad se emplean sin cocer para bioconstrucción, infraestructuras energéticas y biotecnología. A pesar de su modestia y de su abundancia, la arcilla, como recurso minero, es un material básico para industrias de alto valor social para Galicia.